EFE
SEÚL. Corea del Norte calificó ayer de “éxito” el lanzamiento de la víspera de un nuevo misil balístico de “medio largo” alcance, el segundo en menos de una semana, informó la agencia estatal KCNA.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, observó el lanzamiento del nuevo misil Pukguksong-2 (Estrella polar-2, en coreano), añadió la agencia estatal, que no detalló cuándo se realizó el ensayo armamentístico.
Este test se produce después de que Pyongyang lanzara el pasado 15 de mayo el “Hwasong 12”, un nuevo misil también de medio alcance que se valoró como un avance importante en la carrera armamentística del régimen norcoreano.
Según relató hoy la KCNA, Kim Jong-un aprobó el despliegue del Pukguksong-2 “para ser utilizado” y lo calificó como “una exitosa arma estratégica”.
El líder norcoreano afirmó que los científicos y expertos militares del país “continuarán produciendo más y mejores armas Juché” para “reforzar las capacidades de ataque nuclear” del país.
Este misil, también conocido como KN-15, es un proyectil de medio alcance que fue lanzado por primera vez por Corea del Norte el pasado 12 de febrero.
El nuevo lanzamiento de prueba estuvo destinado a “hacer las comprobaciones finales” sobre todos los aspectos técnicos del arma y “examinar su adaptabilidad a diferentes condiciones de batalla antes de su despliegue en unidades militares”, añadió la KCNA.
El ejército norcoreano disparó este domingo el misil en dirección al este desde un punto cercano a Pukchang, en la provincia de Pyongan del Sur, a las 16.59 hora local (07.59 GMT), según informó el Gobierno de Corea del Sur.
El misil alcanzó “una altitud máxima de 560 kilómetros y recorrió una distancia de 500 kilómetros”, según un comunicado del Ejército de Seúl.
La agencia estatal norcoreana añadió que el proyectil fue disparado desde un vehículo-lanzadera y con un sistema de lanzamiento “en frío” (emplea gas para la eyección en vez de la ignición de los motores).
Se trata del octavo ensayo de misiles que realiza el régimen de Pyongyang en lo que va de año y el segundo desde que el pasado 10 de mayo llegara al poder el nuevo presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in.
Los expertos consideran que con estos últimos ensayos el régimen Juché estaría poniendo a prueba al nuevo Gobierno liberal surcoreano, que ha prometido mejorar los lazos con Pyongyang manteniendo al mismo tiempo el mecanismo de sanciones.