Análisis Noticiosos
Cualquiera de los dos es peor que el otro.
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Por José Cabral
Cualquiera de los dos cuando habla crea mucho desagrado hacia el Partido Revolucionario Dominicano, el cual no tiene mucha diferencia con el Partido de la Liberación Dominicana.
Ambos se manejan prácticamente de la misma manera frente al patrimonio publico, cuya comprobación es fácil de hacer, si se toma como ejemplo los gobiernos municipales y los diputados y senadores.
Si se toma como ejemplo cualquier ayuntamiento del partido blanco o del PLD y la diferencia entre uno y otro sólo será el color del partido y el nombre del incumbente.
Pero independientemente de esa realidad, tanto Miguel como Hipólito cansan, resultan desagradables hasta a la vista, porque el primero tiene una figura grotesca y el segundo dice tantas cosas carentes de lógicas que cualquiera hasta se desespera.
Si el futuro del PRD se va a medir por sus líderes, entonces habría que concluir que parece incierto,
Por no decir poco prometedor.
Miguel e Hipólito deberían desaparecer del mapa político dominicano, así como la figura tenebrosa de Leonel Fernández, pero en esta ocasión solo nos focalizamos en los que encabezan el principal partido de la oposición.
Ambos se consideran predestinados para ser los lideres del PRD y para ser presidentes de la Republica Dominicana, pero la ultima palabra la tienen las bases perredeístas, las cuales hoy sufren las consecuencias de las torpezas de Miguel e Hipólito.
Son dos líderes desfasados y llenos de egoísmos y apetencias personales y con perfiles dictatoriales, enemigos del surgimiento de dirigentes jóvenes para que se renueve la dirección de esa organización, pese a que ello tampoco significa un cambio en lo que tiene que ver con una gestión que favorezca las grandes mayorías nacionales.
Ojalá que se vayan tanto Miguel como Hipólito para que se limpie el escenario político nacional de figuras desgastadas y desagradables para darle una nueva fragancia a esta actividad, aunque no signifique nada para el pueblo que sufre.
Pero lo menos eso nos merecemos los dominicanos.