En La Mina, una comunidad del distrito municipal de El Cedro, los agentes se movilizan en bicicleta
MICHES.- Cuando una persona delinque en los distritos municipales de El Cedro y La Gina de Miches, hay que amarrarlo en verjas de casas contiguas, porque los cuarteles son de madera, no tienen cárceles en condiciones, carecen de agua potable, transporte y están a punto de desplomarse por el deterioro que presentan.
Las goteras que filtran por el viejo zinc y las rendijas en las tablas de palma que cobijan y techan los destartalados locales, ceden a la acción del tiempo, mientras que sus propietarios reclaman la devolución de los inmuebles por falta de pago
En el caso de El Cedro, distantes a unos 15 kilómetros al Este del costero municipio, la vieja casona que sirve de cuartel, al zinc ya no le caben más agujeros ni rendijas y la habitación donde duermen y descansan los agentes policiales, está desprotegido con adverturas que fácilmente pueden permitir que penetre una vaca o un caballo.
No hay celda, el piso está deteriorado, el baño no tiene inodoro, sino un vaciado en concreto, donde tienen que sentarse reos y policías cuando las necesidades fisiológicas apremian.
El patio no tiene paredes ni cerca de alambre y la basura literalmente cubre su frente, mientras que en la estrecha cocina no caben los trastes y la estufa para cocinar.
La Gina
El cuartel policial de La Gina, un distrito municipal distante a seis kilómetros al Oeste de Miches, en la carretera que va a Sabana de la Mar, es alquilado, la jefatura no tiene tiempo no paga el alquiler y también se está cayendo a pedazos.
La madera y el zinc de la edificación alquilada está llena de agujeros por trazos que se han corroídos por la mugre y suciedad.
Es de menor tamaño que el de El Cedro y opera en la pequeña casita desde hace 30 años, pagando de alquiler en la actualidad RD$ 700.00 (setecientos pesos) de alquilar, cuyo local es solicitado en devolución por su propietario, Pedro Sánchez, porque le adeudan meses y necesita para acondicionarlo.
Se trata de una casita de tres metros de ancho por cuatro de largo, donde los agentes policiales no pueden dormir por el calor que da el zinc y no hay sillas ni teléfono para comunicarse.
Los policías duermen, comen y descansan en dos viejos y destartalados camastros que datan de los años 80.
La celda del cuartel de La Gina ha sido perforada en varias ocasiones por presos, que escapan con suma facilidad, debido a que solo hay que empujar los blocks, que carecen de pañete y al parecer fueron colocado con poca cemento.
Cuando en La Gina llueve, los agentes tienen que refugiarse en un colmado adyacente al cuartel policial.
La Mina
El cuartel policial de La Mina de Miches está minado de problemas, siendo el principal la falta de vehículos, ya que los agentes para movilizarse tienen que hacerlo en bicicleta por la falta de camioneta o motocicleta.
El baño presenta deterioro y falta de agua y las cocina esa carente de todos.
Los agentes policiales en estos cuarteles viven de bocados que suministran vecinos, porque su salario de cinco y seis mil pesos n o da ni para el pasaje de regreso a su casa.
Pedro Peralta, periodista y concejal en el cabildo de Miches, aprovechó la presencia del periodistas, que visitaban el poblado, para reclamar al jefe de la Policía Nacional, gestionar con el Poder Ejecutivo la construcción de locales en La Gina y El Cedro, donde la delincuencia y el microtráfico permean a ambos pueblos.
Además, consideró insuficiente el número de policías asignados a esos cuarteles compuesto por un sargento, un cabo y raso.
Diario Libre