SANTO DOMINGO (R. Dominicana).- El embajador dominicano en los Estados Unidos puso de relieve la importancia para la RepúblicaDominicana y Haití de renovar la visión mutua, desterrando de las relaciones bilaterales el lastre de los antagonismos históricos.
Hablando ante el Centro para Estudios Internacionales Estratégicos (CSIS), con sede en Washington, el embajador Aníbal de Castro recalcó como condición fundamental de relaciones beneficiosas la asunción, más allá de los diferendos del pasado, del liderazgo en la definición y desarrollo de la agenda bilateral.
“Deshacernos de los mitos, prescindir de la ficción y asumir con entereza un liderazgo que solo corresponde a Haití y a la República Dominicana en la formulación y ejecución de la agenda bilateral resumen, a mi juicio, la tarea del momento”, planteó De Castro en una exposición titulada “Haití y la República Dominicana: el necesario escape de la historia”.
“Debo afirmar de entrada y con firmeza que el desarrollo de Haití, el fortalecimiento de sus instituciones y el avance de la democracia, son cuestiones de capital importancia para la República Dominicana. Incluso me atrevería a afirmar que se trata de un problema de seguridad nacional para nuestro país”, dijo De Castro.
Como hechos auspiciosos en el camino de mejores relaciones, el diplomático citó el diálogo entre Santo Domingo y Puerto Príncipe, cuya segunda reunión se celebró este lunes en Jimaní, y los esfuerzos paralelos de colaboración entre los sectores empresariales de ambos lados de la frontera, con apoyo de los respectivos gobiernos, que han desembocado en la creación del Consejo Económico Binacional Quisqueya.
“Debo afirmar de entrada y con firmeza que el desarrollo de Haití, el fortalecimiento de sus instituciones y el avance de la democracia, son cuestiones de capital importancia para la República Dominicana. Incluso me atrevería a afirmar que se trata de un problema de seguridad nacionalpara nuestro país”, dijo De Castro, aludiendo a seguidas a la peculiaridad de la Española, única isla ocupada por dos Estados, de tamaño reducido y considerada entre las de mayor densidad de población en el mundo y la más poblada del continente americano.
Tras referirse a la marcada diferencia de desarrollo relativo entre los dos países, y su papel de dínamo de los flujos migratorios de este-oeste, el diplomático y periodista opinó asimismo que el futuro de Haití transita por el desarrollo dominicano. La interrelación, y así lo defendió, se basa en la indiscutible soberanía de ambos pueblos para regir sus respectivos destinos.
Dicho esto, De Castro afirmó la necesidad de que los problemas de Haití encuentren solución en su propio ámbito y no en la República Dominicana. “Si bien la realidad isleña nos convierte en el primer interesado en el desarrollo haitiano, en modo alguno se trata de una responsabilidad exclusiva; y dado que la República Dominicana apenas acaba de ingresar al club de países de ingresos medios, corresponde en gran medida, esa responsabilidad, a la comunidad internacional, tanto por solidaridad como por conveniencia geopolítica”, acotó.
El diplomático insistió en la conveniencia mutua de sobreponerse al pasado para hacer avanzar unas relaciones que se encuentran “en un momento estelar”.
Celebró a seguidas las estrategias estimuladas por el presidente Michel Martelly el primer ministro Laurent Lamothe, consistentes en la atracción de inversión extranjera antes que ayuda humanitaria, lo que ha permitido dinamizar áreas tan importantes como el turismo con la construcción de instalaciones hoteleras e infraestructura vial y aeroportuaria.
De Castro también habló con amplitud de los programas gubernamentales de desarrollo conjuntos en ámbitos como la salud, el medio ambiente, infraestructura y seguridad, a los que se agregan los acuerdos en materias clave firmados en la reunión bilateral del pasado lunes, fortalecidos por la iniciativa de los sectores empresariales dominicanos y haitianos, hasta ahora inédita, de crear un fondo para el financiamiento de proyectos prioritarios de interés común.
Desestimando que el tema migratorio sea el principal obstáculo para las relaciones armoniosas entre los dos países como, en su opinión, insisten en presentarlo determinados sectores de ambos lados de la frontera, el diplomático insistió en la conveniencia mutua de sobreponerse al pasado para hacer avanzar unas relaciones que se encuentran “en un momento estelar”.
“Los retos y las oportunidades son muchos. Circunscribirlos al tema de la migración carece de sentido cuando la misma es consecuencia, no causa, de factores cuya responsabilidad recae mayormente sobre Haití, pero cuya solución necesita del apoyo de toda la comunidad internacional y también de la República Dominicana”, dijo De Castro al respecto.
“Desaprovechar el momento equivaldría a enredarnos de nuevo en la historia de la cual estamos forzados a escapar”, concluyó el diplomático su intervención en el debate auspiciado por el Programa de las Américas del SCIS sobre la posibilidad de que la República Dominicana y Haití mantengan una relación más constructiva.