De la Simulación a la Realidad

Por: José Cabral

El entonces candidato presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana, licenciado Danilo Medina, no logró su propósito cuando aspiró a la Presidencia de la República en el año 2000 y acuñó la frase “te llevo en el corazón”.

A pesar de que el entonces candidato quiso ganarse el corazón de los dominicanos le fue muy difícil, tal vez por falta de carisma o por una hipocresía en la que nadie creyó.

Sin embargo, en el año 2012 Medina hizo un  ajuste en el tono de su voz, que aunque es sacada con mucho esfuerzo como el cantante que busca afinarla, logró finalmente cambiar la percepción que tenía la gente sobre el hoy presidente de los dominicanos.

Pero así como él hace un gran esfuerzo para sacar su fingida voz, logró convencer a los electores con una serie de promesas y con un gesto que daba la impresión de que iba a llorar por lo tanto que le dolía el país.

El Danilo Medina que abogaba por la transparencia y por un modelo de gobierno que realmente beneficiara a las grandes mayorías nacionales, ya no existe, ahora tenemos a un mandatario al que no se le puede creer nada, cuya diferencia con  su antecesor, Leonel Fernández, sólo consiste en el nombre.

La República Dominicana desgarrada por la violencia y la delincuencia, no merecía  el discurso simulado del Danilo Medina candidato que daba la impresión de que lloraría  frente a los medios de comunicación cuando se refería a los sufrimientos que padece el pueblo dominicano.

Aún así no hay explicación de que el presidente Medina tenga todavía algún margen de credibilidad tras una modificación constitucional para restablecer la reelección sobre la base de la más grosera compra de votos de los legisladores, tanto oficialistas como de la oposición.

El Danilo Medina presidente no tiene ningún parecido con el político que recorrió el territorio nacional con la promesa de cambiar radicalmente el país.