Conecta con nosotros

Editorial

Debe Evitarse el Pesimismo.

Published

on

La conducta de los actores de la vida política nacional proyectan cada día de que las cosas saludables para la nación no son posibles desde la perspectiva de los intereses que representan.

No es cosa de ahora la expresión que dice que los partidos tienen un discurso cuando están en la oposición y que lo cambian cuando llegan al gobierno, lo cual tiene su explicación en el hecho de que todo el que va a la administración  pública llega con un proyecto personal, individual y generalmente no ve, no oye y su entorno es sólo aquel que promueve una repartición abusiva del patrimonio público.

Este detalle es común a todos los partidos que se crean con el único fin de favorecer a sectores muy concretos de la sociedad, los cuales van desde los grupos económicos hasta individuos que tienen una visión mafiosa del Estado.

Ahí está la explicación de que cualquier proyecto que pueda servir para sanear o sanar la sociedad dominicana, se queda estancado en los intereses que representan los legisladores, quienes también llegan a su curul a través de las mismas plataformas que han creado toda una cultura de la corrupción y de la impunidad.

Nadie en su sano juicio puede pretender que la lucha en contra de los depredadores del Estado es una tarea fácil y lograble en un tiempo relativamente corto, porque es un problema profundamente cultural, que podría decirse que forma parte del ADN de los dominicanos.

Sin embargo, el ciudadano dominicano debe dotarse de mucho optimismo y convertir de esa manera esta condición para tener la fuerza necesaria para echar en el lugar más idóneo a los que promueven situaciones que sólo podrían generar un pesimismo que se traga la sociedad.

Desde esta perspectiva, el dominicano que ama su patria debe crear las herramientas que estén a su alcance para preconizar y promover los cambios que sólo son posibles a través del poder que otorga el Estado y cuyo control proviene de la  participación política con vocación de servicio.

Los dominicanos no deben llenarse de ilusiones de que del actual Congreso Nacional van a salir aprobaciones que vayan más allá del endeudamiento externo y de todos aquellos proyectos que buscan transferir el patrimonio nacional a los grupos económicos, a cuyos principales representantes muy poco les importa el sufrimiento del pueblo dominicano.

La ley de extinción de dominio y el nuevo Código Penal perdurarán por años en el Congreso Nacional, a menos que no se consense su aprobación a partir de una mutilación que en vez de hacerle bien al país, causa más daños.

El que crea en algo contrario que sea bendecido por su ingenuidad y falta de realismo, porque en la República Dominicana los intereses particulares pesan más que los colectivos y cualquier otra muestra de aparente buenas intenciones podría ser parte de la demagogia a que tienen acostumbrados a los diferentes sectores que conforman la vida nacional.

 

Click to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Editorial

El impacto del triunfo de Donald Trump.

Published

on

Aunque ciertamente las elecciones de los Estados Unidos no constituyen un asunto de fondo, porque ya lo ha dicho este periódico, porque ambos candidatos representan prácticamente lo mismo en política exterior, aunque sí hay una cierta diferencia en asuntos internos como la inmigración.

Sin embargo, hay que ser realista y reconocer que no es lo mismo Trump que Harris, porque el primero tiene una posición ultraconservadora y de maltrato a los que provienen en los Estados Unidos de naciones pobres y subdesarrolladas.

Y eso visto desde los intereses de la región implica mucho, porque no hay quién se atreva a decir que la inmigración no ha sido una válvula de escape de la crisis eterna de las naciones del tercer mundo, máxime en sus economías que se manejan en medio de grandes déficits fiscales y deudas, cuya principal tabla de salvación es precisamente la remesa que procede de su gente en el exterior.

Entonces, a partir de cómo impactan las elecciones estos temas, tiene una importancia capital las elecciones que tuvieron lugar el pasado martes en los Estados Unidos y donde resultó elector Donald Trump.

Buscar eliminar la inmigración de la gente de Latinoamérica hacia los Estados Unidos representa una fórmula de agudizar sus crisis, incluida la política.

Pero además el hecho de que Trump haya sido el elegido en los comicios de la nación más poderosa del mundo indica que muchos antivalores serán asimilados por los políticos que están bajo su órbita, lo cual indica que  la mala conducta y corrupción es una opción mucho más viable en Latinoamérica.

De manera, con las elecciones recién concluidas en la nación mas poderosa del mundo también estaba echada  la suerte de los países latinoamericanos.

Ahora no queda duda de la preferencia del ciudadano estadounidense , cuya validación de una conducta supuestamente reprochable por el sistema norteamericano ha sido confirmada, lo que mucho gente no quería y en consecuencia la misma puede ser reproducida por todo aquel actor político que no cree en otra cosa que en eso, sobre todo en las naciones que están bajo su influencia.

Sin embargo, hay que decir que la decisión tomada por el votante en las pasadas elecciones es legitima en atención a sus derechos ciudadanos, pero la misma deja un mal sabor para el que propugna y aboga por verdaderos cambios.

De manera, que nadie ponga en tela de juicio la cuestión, que el voto en favor de Trump  tiene un impacto en la vida y el futuro de las familias de los inmigrantes que viven en los Estados Unidos y de los países de donde son originarios, porque el triunfo de este político podría implicar dañar la vida de los que venden sus fuerzas de trabajo en la unión americana y de la necesaria institucionalidad de las naciones de donde provienen.

Continue Reading

Editorial

El dilema de la violación y la defensa de la Constitución de la República.

Published

on

El Gobierno de Luis Abinader y del Partido Revolucionario Moderno (PRM) no pegan una, actúan como si no tuvieran la menor idea de lo que quieren y de sus metas.

Buscan combatir la corrupción, pero al propio tiempo la promueven, cuyo mejor ejemplo de ese comportamiento es que ahora andan de las manos de los corruptos que hace poco fueron acusados de incurrir en este flagelo.

Porque la verdad es que Abinader y el PRM no tienen ninguna diferencia con el PLD, la Fuerza del Pueblo y otras crápulas de la política vernácula.

Puede asegurarse que la diferencia sólo tiene que ver con el nombre de los actores, tal vez el color de la piel u otros detalles de poca trascendencia, porque en el fondo tienen el mismo comportamiento ante el patrimonio público.

Aunque de alguna manera se cuidan de no exhibir su doble moral, pero su conducta los traiciona, como ocurre ahora que hablan de derechos constitucionales, pero los violan cuando entienden que deben hacerlo.

Hace prácticamente horas que en un acto solemne proclaman una nueva Constitución, pero luego viene la violación  de los derechos más sagrados del ser humano, el de la intimidad, el honor y el buen nombre.

La desfachatez es tan grande que a los pocos días repiten los mismos errores, aunque con una poderosa razón para incurrir en los mismos, como es la torpeza,  lo cual, incluso, va en contra de lo que proclaman, porque es que no saben diferenciar una cosa de otra.

Lo grave de todo esto es que Luis Abinader y el PRM con su comportamiento legitiman a una oposición que no tiene derecho hablar, porque es igual  que los que hoy ocupan el gobierno.

De manera, que los que buscan llegar al poder a través de sus críticas al Gobierno sólo tienen como consigna “quítate tú pa ponerme yo y nada más, pero lo propio hacen los que ahora están arriba y que luego se ven abajo.

Continue Reading

Editorial

La deuda pública, un arma de doble filo.

Published

on

El presidente Luis Abinader ha hecho un gobierno dependiente casi totalmente del endeudamiento público, cuya falta de planificación estratégica lo convierte en una víctima de esta peligrosa vía.

Su desenfrenada política de endeudamiento es una forma de irse por lo más fácil, siempre a partir de los ejemplos de países de la zona que también se apoyan en una opción que si no hay calidad del gasto sumerge la nación en una situación insostenible.

De acuerdo a economistas nacionales que se manejan al margen del partidarismo político, consideran que ya el país tiene comprometido de sus ingresos alrededor de un 72 o 74 por ciento.

Es decir, es una situación de coger más préstamos para cumplir con los ya asumidos, lo cual crea un circulo vicioso en la economía que conlleva grandes sacrificios para los dominicanos.

Ahora mismo el país se encamina a un endeudamiento público, tanto interno como externo, realmente insostenible, pero el peligro no para porque el Poder Ejecutivo sigue con un reforzamiento irracional de esa vía.

El Congreso Nacional no para de aprobar préstamos, lo cual ya ha preocupado hasta a los propios legisladores oficialistas, cuyo último en pronunciarse fue Alfredo Pacheco, presidente de la Cámara de Diputados.

Evidentemente que no se miden las consecuencias de un endeudamiento público insostenible, máxime sin una reforma fiscal integral y que sea más progresiva que regresiva.

Parece que el Gobierno ha armado su propia trampa, la cual no luce que pueda ser superada, porque la escogencia de la vía más fácil del endeudamiento que procurar aumentar la producción nacional y en consecuencia mejorar los niveles de  las exportaciones el país se inclina por lo más peligroso.

El dominicano es bueno que entienda que así como resultada de peligroso un gobierno corrupto, igual ocurre cuando el mismo también es incapaz, porque es un riesgo doble, porque si bien una cosa es mala la otra todavía es peor.

Ojos pelaos.

Continue Reading

Edificio La República: Restauración No. 138, cuarta planta, Santiago, República Dominicana. Teléfono: 809-247-3606. Fax: 809-581-0030.
www.larepublicaonline.com  / Email: periodico@larepublicaonline.com
Copyright © 2021 Blue National Group