Nueve suburbios en Estocolmo, capital de Suecia, fueron escenario de manifestaciones, luego que un agente de la policía matara a un sexagenario de un barrio pobre de la capital, donde los residentes, en su mayoría inmigrantes sufren los recientes recortes presupuestarios gubernamentales.
ESTOCOLMO, Suecia.- Bomberos suecos observan un vehículo en llamas durante los disturbios ocurridos en Estocolmo. (Foto: EFE)
Jóvenes suecos y una gran mayoría de inmigrantes siguen ocupando este jueves las calles de los suburbios de Estocolmo (capital de Suecia) en protesta contra el desempleo juvenil y el asesinato por parte de la policía de un hombre de 69 años de edad con problemas psiquiátricos.
Desde el pasado 19 de mayo, nueve suburbios de la capital del país nórdico son escenarios de manifestaciones luego de que las autoridades se negaran a investigar el asesinato de sexagenario en un apartamento en Husby, un barrio pobre en el oeste de Estocolmo, a manos de un agente policial.
Para justificar la acción, las autoridades alegaron que actuaron en defensa propia, pues el supuesto “agresor” cercano a los 70 años los amenazó con un hacha, información que desató las protestas.
Los desórdenes aumentaron después que la prensa local se refirió a las prácticas y consignas de carácter xenófobo de la policía y sus arremetidas contra ancianos y niños.
Durante las manifestaciones, los amotinados rompieron ventanas e incendiaron coches y se enfrentaron a fuerzas antimotínes. Los medios locales informaron que una estación de policía también fue incendiada en el barrio sur de Ragsved. Hasta ahora varias personas han sido detenidas en relación con los incidentes.
El primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, llamó el martes pasado a la calma, cuando fueron atacadas dos escuelas y un centro de artes locales. «Tenemos grupos de jóvenes que piensan que pueden cambiar la sociedad por la fuerza de la violencia», declaró el primer ministro sueco.
Los residentes del barrio, a su vez, acusaron a la Policía de racismo, dicen que algunos agentes de la policía han insultado a los jóvenes llamándoles «monos».
Los disturbios en una de las capitales más ricas de Europa han planteado serias dudas sobre el país que se enorgullece de su «justicia social».
Las protestas también han generado un debate acerca de cómo Suecia está lidiando con el desempleo juvenil y una afluencia masiva de inmigrantes.
La organización Megafon denunció que los disturbios tienen su origen en la política de ajustes, reducciones de ayudas al desempleo y de gastos sociales aplicadas por el gobierno conservador.
El índice de desocupación entre los jóvenes inmigrantes llega al 16 por ciento, mientras entre los suecos y en el centro de esta capital apenas alcanza un seis, destaca la misma entidad.