«La precariedad, la pobreza, la desigualdad y la discriminación, siguen siendo el ‘Talón de Aquiles’ de la región, que de alguna manera le impide pasar al siguiente escalón», señaló la socióloga Marta Lagos, directora de Latinobarómetro que entregó este viernes detalles del informe 2013.
En su opinión «la democracia en América Latina se ve retenida por la desigualdad en el acceso a bienes políticos y también bienes económicos, pese a que la región vive un nivel de prosperidad que no había visto antes».
En esa línea destacó que en total un 68 % de la región se ubica en la clase baja cuya mitad de sus integrantes están en situación precaria e incluso a algunos no les alcanza para comprar alimento, un 30 % en la clase media que va en aumento y un 2 % en la clase alta.
«Tenemos con ello dos américas latinas, la que disfruta de los beneficios del crecimiento y la que mira como disfrutan los otros, por lo que veremos más protestas como manifestación de una ciudadanía consciente de las deficiencias del sistema económico, político y social», añadió Lagos.
La medición del 2013 aplicó 20.204 entrevistas entre el 31 de mayo y el 30 de junio de este año, con muestras representativas del 100 % de la población de cada uno de los 18 países en que se realiza, representando a la población que alcanza 600 millones de habitantes.
Según Marta Lagos, América Latina nunca había sido tan rica y próspera como ahora, pero al mismo tiempo coexiste con esta nueva región, la vieja pobreza que no logra ser desmantelada con el crecimiento económico.
Como ejemplo señaló que en Suramérica y México el 49 % de la población dice tener agua caliente, con Chile en primer lugar y Argentina en la siguiente posición, países donde más del 80 % de la población poseen ese bien.
En el otro extremo esta Centroamérica con el 10 % de su población que dice tener agua caliente. El promedio para la región es del 36 %, según el estudio.
Por otro lado, el estudio denuncia que cuatro países de Centroamérica -República Dominicana, Honduras, Nicaragua y Guatemala- tienen más de la mitad de su población quejándose de que alguna vez se han quedado sin dinero para comprar comida.
«Esas son las desigualdades que la prosperidad en la región vuelve intolerables. Las diferencias de desigualdades empiezan a agrandarse con la prosperidad que le llega a unos y no a otros, tanto al comparar países como al comparar grupos al interior de un país», subrayó.
En este sentido, el estudio destaca que en Centroamérica hay un promedio de un 50 % que se ha quedado sin dinero para comprar comida, mientras en Suramérica y México éste promedio alcanza al 35 %.
A estos datos se le agrega el que uno de cada cuatro ciudadanos de la región aseguran que alguna vez no han tenido suficiente comida para alimentarse. En República Dominicana esta realidad es para uno de cada dos, sostiene el documento.
No obstante, la satisfacción de vida aumentó en 2013 a su máximo desde 1995. Nunca antes desde 1997 habían estado los latinoamericanos tan satisfechos con sus vidas como en este año.
«En todos los países, más de la mitad de la población dice estar satisfecho con su vida, mientras los países menos satisfechos son Bolivia y Perú. Por otro lado, los países más satisfechos son Panamá, Costa Rica y República Dominicana» apostilló Lagos.
En esta misma línea, el análisis resalta que la imagen de progreso del país aumenta desde 1996, del 26 % en ese año al 37 % en 2013, congruente con el aumento de la satisfacción de vida y otros indicadores positivos sobre el estado de situación de los países.
El progreso, sin embargo, a diferencia de la satisfacción con la vida se reparte de manera muy desigual en la región, según el informe realizado con muestras representativas del 100 %, de la población nacional de cada país de 1.000 y 1.200 casos, con un margen de error de alrededor del 3 % por país.
Mientras en cinco países cerca de la mitad de la población acusa progreso, en los otros trece el progreso que se ve «es muy delgado».
Los países donde hay mayor pérdida de progreso entre 2011 y 2013 son Brasil, donde se pierden 19 puntos porcentuales, Paraguay con 16, Uruguay con 12 y Argentina con 11 puntos perdidos. «Todos países gobernados por la izquierda», apunta Lagos. EFE