Opinión

Dictadura morada o fascismo a la criolla

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Por Narciso Isa Conde

El Partido de la Liberación Dominicana-PLD fue construido, a lo interno y en su relación con la sociedad, como un partido autoritario, altamente centralizado, con una dinámica vertical (de arriba hacia abajo) y con una disciplina ciega y acrítica.

  • La degradación.

Esas calidades impresas por su máximo y único líder se fueron desvaneciendo en la medida éste fue perdiendo facultades físicas y mentales, precipitándose el deterioro mayor después de su fallecimiento.

El centro de mando de la estructura autoritaria morada -montada ya sobre una gran acumulación electoral capaz de romper el viejo bipartidismo (PRSC-PRD) y abrirle paso al tri-partidismo (PRD-PLD PRSC)- pasó del poder concentrado en el penetrante liderazgo del profesor Bosch, al poder omnímodo y aparatista del Comité Político morado; previamente copado por dirigentes orgánicos a la pequeña burguesía trepadora, sin formación marxista y con muy escasa sensibilidad social y humana.

El abundante financiamiento procedente de la corrupción y del tráfico de influencia balaguerista -al compás del auge del neoliberalismo y de los efectos del derrumbe del “socialismo real”- contaminaron intensamente las estructuras de mandos de esa organización. Y tras esa infección cobraron más fuerza a su interior toda suerte de concepciones conservadoras (neo-trujillista, neoliberal, racista-antihaitiana, Opus Dei…)

De esto resultó una mezcla abigarrada de ideas que ha ido generando una especie de fascismo caribeño postmoderno,“aplatanado”, “criollizado”…

Que se nutre por arriba de la “lumpenización” del capitalismo y su partidocracia en el contexto de su empecinado interés de prolongar su reinado: saqueando, robando, destruyendo seres humanos y ambiente, excluyendo socialmente, clientelizando en extremo la política, haciendo provecho del empobrecimiento brutal, material y espiritual, de amplios contingentes humanos, CRIMINALIZANDO LA FUERZA DE TRABAJO Y NEGANDO LIBERTADES Y ESPACIOS DEMCRÁTICOS; recurriendo, en fin, con más intensidad que antes, al racismo, a la xenofobia, al machismo, al ecocidio, a la dictadura de los adultos y al despotismo integral.

  • Los productos de su degradación.

 Al compás de los procesos señalados y al calor de esa involución ideológica, cobraron fuerzas varios fenómenos que es necesario describir para entender los resultados registrados hasta la fecha:

1.-La creciente fusión de la estructura partidaria (dirigentes, activistas, militantes, alcancías humanas y empresas conexas) con el Estado.

2.- La continuidad ascendente de la corrupción de Estado junto a la del partido y sus dirigentes, acopiando y superando con creces los parámetros balagueristas y perredeístas; incluidas asociaciones y conexiones con los grandes cárteles de la construcción, de la narco-corrupción y participaciones jugosas en negocios ilícitos y  concesiones leoninas a corporaciones mineras, financieras, importadoras y de combustibles.

3.-La formación al vapor de la CORPORACIÓN POLÍTICO-ECONÓMICA que encabeza Leonel Fernández.

4.-El reemplazo del patriotismo de corte antiimperialista por un seudo-nacionalismo de inspiración racista y contra Haití, acompañado de un fuerte impulso soterrado del flujo migratorio, sin registro ni documentación, que ha permitido ampliar las posibilidades de sobre-explotación y semi-esclavitud para generar súper-ganancias.

5.-La adopción a nivel político y estatal, en proceso ascendente, de esa ideología que resulta de la mezcla que ha emanado con mas intensidad del doctrinarismo neoliberal de procedencia centro-occidental (egoísmo, insolidaridad, competitividad sin límites, mercantilización de los seres humanos y la política, racismo, xenofobia, machismo, adulto-centrismo…) con el resurgimiento en grande del racismo local (con expresión anti-haitiana).

6-La plasmación de esa ideología en la Constitución del 2010, códigos y leyes orgánicas, y la consagración en el texto constitucional de un sistema electoral y una institucionalidad fácilmente asaltable por ese bloque de fuerzas político-sociales impregnadas de esa concepción.

La resultante de esos fenómenos ha sido la dictadura institucional morada, basada en la Constitución del 2010 y en los resultados de los comicios congresuales de ese mismo año.

  • Un alerta para derrotar este engendro.

La sentencia racista-clasista del TC es un llamado imperioso y altanero de esas élites blancas y “negri-blanqueadas” a cerrar filas en esa fuerza neofascista en expansión, para explotando pasiones y desatando odios inducidos y construidos por siglos, procurar  situar a los dominicanos y las dominicanas haitianos–descendientes y a los/as emigrantes procedentes de Haití en el punto máximo de indefensión, muy propicio para acrecentar la sobre-explotacióny la mercantilización de esa población pobre y negra.

Algo muy a tono con el capitalismo actual y adaptado a los problemas peculiares de una isla dividida en dos país y dos sociedades por la voracidad de los imperialismos europeos, con rencores históricos atizados por sus opresores de siempre y ambas recolonizadas de la peor manera por EEUU.

Un partido neofascista se está conformando desde el propio PLD y su dictadura institucionalizada; comprada la matricula del PRD presidido por Miguel Vargas y entrampada su facción mayoritaria (Hipólito y demás) cómplice de la degradación provocada por el neoliberalismo y la corrupción y desautorizada; imposibilitada para ser alternativa, aunque se le sume una seudo-izquierda adocenada.

Ese engendro está en marcha. Pero es muy vulnerable, sobre todo si nos convertimos en bujía promotora y nos proponemos derrotarlo sin contemplaciones, creando organización y conciencia crítica, asumiendo la Constituyente Popular y Soberana como vía y medio para la ruptura necesaria y la superación de este régimen político degenerado.

Estos no son tiempos para neo-dictaduras, ya personalizadas o ya colegiadas.

Tales opciones, aun readecuadas y dosificadas, más que muestra de fortaleza, son señales de una decadencia incontenible, traducida en fórmulas políticas nutridas por aberraciones político-ideológicas inconsistentes.

El acumulado por la democracia es inmenso y sigue vivo en la conciencia de la humanidad y en este pueblo heroico.

Pienso que no será difícil echar a pique la dictadura morada, sobre todo  si logramos que la mayoría de este pueblo entienda que este no es un pleito entre dominicanos/as y haitianos/a, sino entre el gran pueblo dominicano y las mafias capitalistas (criollas y transnacionales) y partidocráticas que lo empobrecen, excluyen y oprimen.

Si logramos levantarnos con todas las demandas y anhelos que conducen a una vida sana y digna, y a la verdadera democracia.

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