SANTO DOMINGO.-Expresidentes del Partido Revolucionario Dominicano solicitaron al Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez que ponga las condiciones para la mediación de la Iglesia Católica «y verá satisfechos sus reparos para la mediación solicitada».El Cardenal consideró hace unos días que «sería aconsejable un compás de espera con el propósito de ver si las partes muestran una disposición de dialogar». Por ende, los dirigentes Milagros Ortiz Bosch, Emmanuel Esquea Guerrero, Ivelisse Prats Ramírez de Pérez, Vicente Sanchez Baret, Ramón Alburquerque, Tony Rafúl, Hugo Tolentino Dipp, Tirso Mejía Ricart, Tomás Hernández Alberto, Rafael Suberví Bonilla opinron.
«Puede usted dar por seguro de que de nuestra parte se tomarán todas las medidas para evidenciar nuestra mejor disposición en beneficio de un diálogo civilizado y democrático a fin de acortar todo lo posible ese «compás de espera» que usted señala como plazo necesario para iniciar la mediación», manifestaron.
Los ex presidentes del PRD apuntan que «uno u otro pronunciamiento que pueda ser considerado urticante por cualquiera de las partes no nos impedirá ser intérpretes de las bases del Partido Revolucionario Dominicano, ilusionadas con la idea de que la mediación de la Iglesia Católica puede llevar la paz y el reencuentro de todos los perredeístas»
Carta dirigida al Cardenal López Rodríguez:
PARTIDO REVOLUCIONARIO DOMINICANO
Su Eminencia Reverendísima
Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez
Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo
Primado de América
Presidente de la Conferencia del Episcopado Dominicano
Su Eminencia Reverendísima:
Hemos recibido su bien intencionada respuesta a nuestra solicitud de mediación de la Iglesia Católica en la crisis que afecta en estos momentos al Partido Revolucionario Dominicano. Es por demás esperanzador el que usted nos exprese en ese documento que «la Iglesia siempre estará en disposición de colaborar con las causas que contribuyan al mantenimiento de la paz sociopolítica y el fortalecimiento de la democracia». Y en efecto, resulta esperanzador ese propósito puesto que más allá de las pugnas personales que puedan existir en esta crisis, y que son características de la cotidianidad de todos los partidos políticos, se desvela y trasciende una situación que lesiona el carácter democrático del Partido Revolucionario Dominicano y, por ende, repercute de manera negativa en la institucionalidad democrática de la Nación.
Convencidos de que su disposición personal y de la Conferencia del Episcopado Dominicano de mediar en esta crisis no está agotada, nos permitimos hacer, a partir de su propuesta, las siguientes consideraciones:
Es cierto que han sucedido acontecimientos entre las partes en pugna que crean la impresión de que la crisis se profundiza de manera irremediable. Es indudable que esa situación motiva la frase de su carta que considera: «aconsejable un compás de espera con el propósito de ver si las partes muestran una disposición de dialogar».
Aconsejados por la idea de que la mediación de la Iglesia Católica seria por demás auspiciosa, puede usted dar por seguro de que de nuestra parte se tomarán todas las medidas para evidenciar nuestra mejor disposición en beneficio de un diálogo civilizado y democrático a fin de acortar todo lo posible ese «compás de espera» que usted señala como plazo necesario para iniciar la mediación.
Ahora bien, puede usted dar por seguro que uno u otro pronunciamiento que pueda ser considerado urticante por cualquiera de las partes no nos impedirá ser intérpretes de las bases del Partido Revolucionario Dominicano, ilusionadas con la idea de que la mediación de la Iglesia Católica puede llevar la paz y el reencuentro de todos los perredeístas, cuales quiera que puedan ser sus diferencias.
Para mayor compromiso, ponga usted a quienes suscriben este documento, las condiciones de ese «compás de espera» y verá satisfechos sus reparos para la mediación solicitada.