El caso, ocurrido en 1989, fue uno de los más escandalosos en la ciudad ese año, ocupando las portadas de cada diario. Santana, de origen puertorriqueño, pasó siete años en la cárcel. En 2002 pruebas de ADN demostraron que otro hispano llamado Matías Reyes era el verdadero culpable.
«Todo por lo que pasé fue innecesario. Las cosas no tenían que haber salido de esa forma», dijo Santana durante una entrevista con The Associated Press. «Al principio pensaba que el caso se resolvería. Algo estaba mal y se sabría. Pero nadie hizo nada. Nadie quería tocar el caso».
La historia de Santana y cuatro jóvenes de raza negra que fueron acusados de la violación es el tema del documental «The Central Park Five» («Los cinco de Central Park») que se emitirá por el canal PBS el 16 de abril. El filme de Ken Burns, su hija Sarah y el marido de ésta, David McMahon, narra la historia de esa fatídica noche, cuando Santana y otros jóvenes se adentraron en Central Park y acabaron acusados de un crimen que retrató la discriminación racial que plagaba la ciudad a final de la década de 1980.
Muchos piensan que ese problema sigue vigente hoy. De hecho una demanda que interpusieron en 2003 Santana y otros dos acusados contra la ciudad, por violación de sus derechos civiles, sigue pendiente en las cortes. Santana y los que fueron acusados buscan millones de dólares en compensación. Ni ellos ni la ciudad han cerrado el episodio con un acuerdo legal.
Para Santana, ahora un padre de familia de 38 años que trabaja en un sindicato, el documental ha sido terapéutico.
«Siento que me ha ayudado a superarlo. Cuanto más habla uno sobre el tema menos le consume», explicó Santana, quien vive en Spanish Harlem y planea viajar este año a Puerto Rico para acercarse a sus raíces.
El filme, de dos horas de duración, explica cómo los jóvenes, que crecieron en barrios pobres del Bronx y Harlem, fueron arrestados por encontrarse cerca del lugar del crimen y cómo una sociedad sedienta de encontrar culpables y marcada por estereotipos raciales forzó su condena.
Vivir en la cárcel fue mejor que salir liberado y toparse con la dura realidad, explicó Santana, que no lograba encontrar trabajo, al ser un ex convicto. El hispano empezó a vender a drogas «porque no veía otra salida», señaló. Regresó a prisión. Pocos años después Reyes confesó su crimen y Santana pudo empezar una nueva vida: empezó a trabajar en un gimnasio y tuvo una hija.
Pocos saben que uno de los llamados «Cinco de Central Park» es hispano.
«Fue muy fácil describirlos a todos de la misma forma. El hecho de que Raymond Santana fuera Latino a menudo no formaba parte del debate. Se trataba de cinco adolescentes negros, porque nadie les prestaba la suficiente atención y nadie se interesaba por ellos como individuos», dijo Sarah Burns, autora del libro que narra la historia de los jóvenes y en el que se basa el documental.
Recientemente los directores de la producción ganaron una batalla legal que evita que sean obligados a entregar tomas de la película que las autoridades municipales podrían usar en su defensa del caso. La ciudad acaba de apelar esa decisión. Las autoridades municipales aseguran que el caso contra Santana y los otros cuatro jóvenes se basa en dos largos juicios y las confesiones de los mismos, aunque ellos afirman que se vieron forzado a hacerlas.
Ken Burns, uno de los directores del documental, describió a Santana como «un ser humano excepcional».
«Uno pensaría que estos hombres estarían llenos de rabia y amargura. Perdieron gran parte de su vida, y sus vidas aún están en limbo, pero aun así, emiten un tipo de positivismo», dijo Burns. «He estado en muchas presentaciones del documental, donde casi todos los miembros de la audiencia son blancos, y ver a Raymond recibir su apoyo, su amor, y en cierta forma, su disculpa, ha sido muy emotivo para él».