Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- La guatemalteca Amanda Morales, madre de 3 niños, que tuvo que refugiarse en la iglesia Santa Cruz, ubicada en la avenida Fort Washington con la calle 179, en el Alto Manhattan, para evitar ser deportada por el Servicio de Inmigración, ha estado recibiendo múltiple respaldo de diferentes sectores de la comunidad criolla en esta ciudad.
Durante todo el día se aparecen criollos llevándole alimentos, ropa, juguetes para sus hijos Dulce, de nueve años, Daniela, de ocho y David de dos, nacidos en Estados Unidos.
Asimismo, le proporcionan fortalecimiento espiritual, incluyendo una misa oficiada el pasado domingo por el párroco Luis Barrios, quien ha afirmado que ese templo es “santuario” y si las autoridades de inmigración la van a buscar allí, “vamos a ver lo que pasa”.
Además, Barrios ha asegurado que cualquier inmigrante que necesite protección de las autoridades migratorias será acogido, porque la iglesia que dirige es santuario.
“No podemos ser indiferentes al sufrimiento humano”, aseguró el padre.
Además de los ciudadanos comunes, profesionales, líderes comunitarios, entre otros, que visitan a Morales diariamente, los oficiales electos dominicanos en el Alto Manhattan, congresista Adriano Espaillat, senadora estatal Marisol Alcántara, asambleísta Carmen de la Rosa y el concejal Ydanis Rodríguez han informado que tratarán de impedir su repatriación a Guatemala.
Este lunes visitaron la oficina de Inmigración en la Gran Manzana depositando el formulario “stay for removal” en el que solicitan que se reabra el caso de Amanda.