¿Cambia realmente el panorama nacional y constituye esto una garantía de una nueva forma de hacer política?

Por Elba García

Los cambios operados en las diferentes propuestas electorales en la República Dominicana auguran un gran cambio en la forma por lo menos de querer acceder al control del Estado, cuyos aspirantes con reales posibilidades han apoyado sus candidaturas en planes programáticos.

Naturalmente, ello podría ser muy saludable para la sociedad dominicana en la medida en que las propuestas sean sinceras y no demagógicas, que no respondan sólo al interés de llamar a la atención del votante.

Sin embargo, aun siendo sinceras se necesita avanzar mucho más en el marco democrático, porque la misma debía comenzar por los propios partidos políticos, cuyas cúpulas los secuestran y algunos se convierten en candidatos eternos a diferentes posiciones electivas, pero principalmente presidencial.

La próxima lucha es ceder el paso a jóvenes y personas en sentido general que representan un rostro y una propuesta diferentes para refrezcar la actividad política nacional, porque la verdad es que hay una serie de aspirantes que ya cansan en el escenario político nacional.

Sin embargo, hay que reconocer que en los últimos meses ha habido una especie de renacer en el escenario político nacional, sobre todo con la incorporación de muchos jóvenes que hacen propuestas muy importantes para la administración pública.

Las aspiraciones de democratización de todas las instancias nacionales constituyen un motivo esperanzador para una sociedad atrapada en el caudillismo y el jefeismo que no deja que avancemos hacia nuevos estadios de progresos y desarrollo.

En la actualidad se vislumbran grandes cambios que podrían repercutir positivamente entre los dominicanos, pero siempre habrá que mantenerse vigilante para evitar que situaciones como las actuales vuelvan a ocurrir en el país.

Las posibilidades de retrocesos siempre estarán ahí, porque la sociedad dominicana vive en un unos niveles de desorden y falta de disciplina que preocupan, sobre todo porque se trata de un fenómeno integral, que abarca a todos los estamentos sociales.

La gran amenaza la representan los partidos políticos, los cuales están conformados por personas que tienen un afán desmedido por tener poder publico para satisfacer más que nada apetencias personales , mas que resolver demandas colectivas.

El reto es muy grande en virtud de que se trata de una sociedad con grandes problemas, principalmente en el orden ético moral, pero que sólo la presión, el trabajo constante y consistente nos permitirá salir del atolladero en que nos encontramos.