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Periodismo Interpretativo

Edward Snowden, el último hombre en Estados Unidos

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Por Amaury González Vilera

En caso de que Snowden muera será revelada toda la información que posee. (Foto: The Guardian)

En caso de que Snowden muera será revelada toda la información que posee. (Foto: The Guardian)

Una de las consecuencias que trajo la revelación de Edward Snowden sobre los planes secretos de vigilancia y espionaje masivo en la red que viene ejecutando Estados Unidos, fue el incremento de las ventas de la conocida novela 1984, de George Orwell, la obra maestra de ficción distópica que plantea una devastadora crítica a los sistemas totalitarios de control, y que anticipó la configuración de sistemas sociales en los que la tecnología sería empleada para la manipulación y el control de la naturaleza y el ser humano.

Escrita entre 1947 y 1948, y publicada el 8 de junio de 1949, la novela introdujo una serie de conceptos que hoy día resultan de gran utilidad para comprender nuestro tecnificado y ultra-mediatizado mundo contemporáneo, como son el de Gran Hermano, todo un personaje conceptual o concepto-metáfora, el de Policía del

Pensamiento o el de Neolengua, todos insólitamente relacionados ―o relacionables― con los oscuros planes de la NSA, CIA y demás instituciones del Complejo Militar-Industrial para vigilar y controlar a los pueblos del mundo.1984, se considera una de las tres obras cumbre de ciencia ficción distópica de principios del siglo XX, junto a Un mundo feliz, de Aldous Huxley, y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Sin embargo, el verdadero precursor del género distópico fue el escritor ruso Yevgueni Zamyatin, quien escribió en 1921 la novela Nosotros, la cual influyó determinantemente en la obra de Huxley y Orwell. Originalmente, la novela había sido intitulada The Last Man in Europe (El último hombre de Europa), nombre que fue cambiado a 1984 por razones comerciales. Hoy, ¿Quien podría negar que Snowden es algo así como The Last Man in USA?

Antes de las revelaciones hechas por el ex agente de la CIA Edward Snowden, muchos analistas ya habían establecido paralelismos entre la sociedad actual y el mundo plasmado en 1984, sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha dado en llamar sociedad orwelliana. En tal sentido, el término “orwelliano”, apellido del autor hecho adjetivo, se ha convertido en sinónimo de sociedades u organizaciones que practican el totalitarismo y la represión, constituyéndose en una idea-fuerza de gran potencial crítico, que ha dado lugar a diversas versiones cinematográficas y que se ha prestado además para atacar a gobiernos y sistemas del más diverso signo.

No obstante, es indiscutible que hoy, más aún después de las revelaciones de Snowden, lo esencial de las críticas sociopolíticas y humanistas contenidas en 1984, aluden directamente a las sociedades capitalistas desarrolladas, al llamado “mundo desarrollado” cuna de la civilización occidental. Una verdad inocultable, cuando hoy sabemos que varios de los documentos revelados dan cuenta del acceso de las autoridades a registros telefónicos de millones de personas en EEUU y el resto del mundo. Además, los papeles secretos confirmaron la existencia de un programa secreto llamado PRISM, mediante el cual la NSA vigila los datos de los usuarios de gigantes informáticos como Microsoft, Google, Facebook y Apple.

Pero, dejemos que sea el propio Orwell el que nos diga si en realidad vivimos en una sociedad como la que él vislumbró hace más de sesenta años. En primer lugar, citemos las tres consignas del Partido Único, el cual ejerce el dominio total en la citada sociedad orwelliana pintada en la obra:
– “La Guerra es la Paz”
– “La Libertad es la Esclavitud”
– “La Ignorancia es la Fuerza”*

No cuesta mucho imaginar lo extraño o pintoresco que pudo haber resultado para el público lector de la época, estas consignas del Partido de la novela, consignas construidas a partir de la combinación de dos palabras de significado opuesto, lo cual permite alterar el orden de los factores sin alterar el producto: La paz es la guerra, la escalvitud es la libertad y la fuerza es la ignorancia. Es verdad, este último caso es más descabellado aún, aunque las tres consignas expresen algo así como la intransigencia fascista del que es capaz de imponer la idea de que dos más dos es cinco, y punto.

Lo interesante de estas consignas es que estamos en presencia del oxímoron, definido como la combinación en una misma estructura sintáctica de dos palabras o expresiones de significado opuesto, que originan un nuevo sentido, como por ejemplo, un “silencio atronador”. Recientemente, la audacia demagógica de la propuesta aquella del “capitalismo popular”, nos hizo recordar que el imperialismo ha recurrido a este artificio para definir la destrucción y la muerte, pretendiendo así trastocar el significado de sus atroces acciones.

En los últimos años, hemos podido recopilar variedad de ejemplos de estas frases que, fuera de la poesía, se convierten en puro artificio volteador del lenguaje, yendo más allá de la frontera del eufemismo y lo políticamente correcto. Es así, como se pretende que haya un “imperialismo humanitario”, “holocaustos bienhechores”, “agresiones pacíficas” provenientes del “fuego amigo”, emparentado con el “bombardeo filantrópico”, que originará “males buenos” como el “genocidio vivificante” o el “exterminio saludable”. De tal manera que ahora no hay que alarmarse por los crímenes de lesa humanidad porque de lo que se trata en el fondo es de una “destrucción edificante” que producirá “devastaciones creadoras”.

Interesante ¿No? Porque, quien podría negar que para el imperialismo “la guerra es la paz”. Sigamos.

“El que controla el pasado controla el futuro, el que controla el presente controla el pasado”

Dicen que Orwell, de filiación trotskista y crítico acérrimo del stalinismo, era un agente de los servicios secretos estadounidenses. Hoy dicen lo mismo del propio Trotsky. El hecho es que, de haber sido Orwell un colaborador de los servicios secretos ingleses o estadounidenses, cuando uno lee algunos pasajes de 1984 uno pudiera pensar que no todo lo allí planteado fue producto de la imaginación creadora del autor. Y es que, controlar el presente para controlar el pasado para así controlar el futuro, interpretar y re-interpretar la historia para así justificar las acciones del presente de cara a un futuro determinado, ¿No ha sido la estrategia de los potentados del mundo durante los últimos 200 años, la cual han ejecutado a través de las corporaciones mediáticas y la gran industria cultural? Sigamos…

“La neolengua, es el único idioma del mundo cuyo vocabulario disminuía cada día”

En la Plusvalía Ideológica, Ludovico Silva define a la ideología de una forma sencilla: lenguaje impuesto a la sociedad. Paolo Freire identificó en el lenguaje las células de la dominación, y por tanto vio también en él la esencia de la liberación. Pensamos con palabras, y si hay alguien interesado en disminuir el vocabulario es para limitar la capacidad de definir nuestra realidad. De ahí, que Orwell dijera sobre la “neolengua” que “Su función era limitar el alcance del pensamiento y estrechar el radio de acción de la mente”. Hay más.

“¿Y si el pasado y el mundo exterior solo existen en nuestra mente y, siendo la mente controlable, también pueden controlarse el pasado y lo que llamamos realidad?”

Emparentada con las ideas anteriores, estamos en presencia de la idea raizal de las grandes estrategias de dominación cultural y de construcción de hegemonía que ha desarrollado el capitalismo en las últimas décadas. Se trata del ataque sistemático contra las mentes de millones de personas en el marco de las nacientes sociedades de masas, que en algún momento de la historia pueden rebelarse, levantarse y sacudir los cimientos del sistema, cosa que deben impedir a toda costa los “potentados” del mundo, con mucho circo, con mucha televisión y mucha iglesia.

“Las bombas cohete que caían diariamente sobre Londres eran lanzadas por el mismo gobierno de Oceanía solo para que la gente estuviera siempre asustada”

En este caso, solo detengámonos a analizar cuáles son las “bombas cohete” que lanzan cotidianamente contra la gente para mantenerla siempre asustada, en una situación de “esclavitud moderna”, dependiente de las convenciones, sometida a la ideología. Todo nos lleva siempre al tema de las “transnacionales del miedo”.

“La industria militar consiste en usar los productos de las máquinas sin elevar por eso el nivel general de la vida”

Recordemos el lugar que ocupa hoy en día la industria armamentista entre los negocios más lucrativos del mundo y el clásico usufructo tecnológico perpetrado durante la carrera armamentista desarrollada en el marco de la guerra fría.

“Con el desarrollo de la TV y el adelanto técnico que hizo posible recibir y transmitir simultáneamente en el mismo aparato, terminó la vida privada”

Si con la televisión, Orwell pensó que había terminado la vida privada, que pensar en la época de la internet; en la era del programa PRISM, mediante el cual la NSA vigila los datos de los usuarios de gigantes informáticos como Microsoft, Google, Facebook y Apple.

“Por primera vez en la historia existía la posibilidad de forzar a los gobernados, no solo a una completa obediencia a la voluntad del Estado, sino a la completa uniformidad de opinión”

Recordemos al neoliberalismo, a esos grandes contingentes de hombres y mujeres votando por gente como Uribe o Rajoy, los efectos de los monopolios mediáticos en los estados de opinión y las pretensiones de imposición del pensamiento único; recordemos las 10 estrategias de manipulación mediática de Noam Chomsky. Añadamos también la perversa “doctrina del shock”.

“El progreso de nuestro mundo será la consecución de más dolor”

Respecto al mito del progreso es mucho lo que se ha dicho. Esta frase merecería un tratamiento especial, aparte. Solo preguntémonos si en realidad hemos tenido progreso, entendido este como bienestar físico y espiritual. ¿No son las sociedades capitalistas contemporáneas las sociedades del miedo y la ansiedad?

¿El progreso tecnológico ha llevado aparejado el bienestar material y espiritual de la humanidad? ¿La guerra y la violencia en general no han sido la constante en las modernas sociedades capitalistas?

“Pero no olvides que nosotros creamos la naturaleza humana. Los hombres son infinitamente maleables”

Una realidad que muchos preferirían ignorar. Resulta tenebroso pensar que, si bien esto era posible sin todos los artilugios técnicos surgidos en los últimos sesenta años, hoy día las capacidades de manipulación, sin exagerar, pueden haber alcanzado niveles de esquizofrenia.

Así, las revelaciones de Snowden nos han recordado en buen momento lo mucho que han avanzado los potentados en materia de manipulación, vigilancia, espionaje y control social.

Ahora veo la versión cinematográfica de 1984, veo a Winston, The Last Man in Europe, recluido en los depravados y desolados salones del Ministerio del Amor. Esperemos no ver nunca a Edward, The Last Man in USA, desaparecer entre los lóbregos pasillos y mazmorras de los amorosos servicios secretos que lo persiguen.

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Periodismo Interpretativo

Los altos niveles de la espiritualidad se constituyen en un dique de contención de la vocación delincuencial.

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Por Elba García

La sociedad dominicana es amenazada por una descomposición social y ético moral que pone en peligro su integridad  en todos los aspectos, principalmente porque el Estado no está en capacidad de preconizar y promover valores, sino anti-valores.

La posibilidad de contrarrestar en mayor medida el fenómeno de la descomposición social y moral descansa, principalmente, en el Estado porque cuenta con las herramientas para imponer un régimen de consecuencia y de hacer la inversión económica requerida para crear las oportunidades de empleos y disminuir la desigualdad, lo cual ataca una de las razones que más genera, por ejemplo, la delincuencia, como lo es la exclusión social.

Sin embargo, frente a la incapacidad del Estado para diseñar políticas públicas que priorice la inversión social, el papel protagónico para enfrentar el fenómeno recae en las organizaciones que trabajan y conectan con la gente, sobre todo en las comunidades más carenciadas del país, donde tiene nacimiento la vocación delincuencial.

El trabajo, por ejemplo, de las iglesias, tanto católica como protestante, juega un papel decisivo en muchos jóvenes para no caer en las garras de las bandas o de la vocación de una conducta al margen de la ley, porque proporcionan fortaleza espiritual que sin dudas se convierte en un dique de contención para impedir que entre a sus vidas  una inclinación delincuencial.

Está más que demostrado que aquellas comunidades donde hay una mayor  integración a las  labores de las iglesias, sobresale una conducta apegada al respeto de la ley y de mejor convivencia social, donde ésta juega un papel  importante en la formación que se adquiere a través de estas instancias.

La iglesia católica acaba de comprobar en un estudio que la Sierra es uno de los lugares donde menos delincuencia se produce, pero todo el mundo sabe que esos pueblos tienen un fuerte apegamiento a valores cristianos desde los tiempos coloniales, pese a que los niveles de pobreza y analfabetismo son muy altos, aunque no tan críticos como los de otras zonas del territorio nacional.

Sin embargo, otra razón para que tal vez la delincuencia no haya impactado tanto a los pueblos de la Sierra se debe a las remesas que reciben del exterior, principalmente de los Estados Unidos, lo cual se convierte en una válvula de escape para que no se desarrollo la vocación delincuencial.

Pero la revelación al respecto confirma que se hace más que necesario que el trabajo de las iglesias vaya más allá de los templos y toque el corazón de aquellos jóvenes excluidos y golpeados por el desempleo y el hambre y que en consecuencia no escojan el camino equivocado.

La mejor dosis que pueden recibir los jóvenes desorientados y con el solo camino de la delincuencia, el tráfico y consumo de drogas es la espiritual, la cual necesariamente tiene que estar  revestida de un componente profundamente humano.

Esta sería una respuesta que siempre será necesaria y vital para el mejoramiento social, pero hará falta la refundación del Estado que para el restablecimiento de valores también cuente con la fuerza institucional pública y de ese modo incorporar otros elementos importantes como los medios de comunicación y el sistema educativo nacional, a fin de que el esfuerzo sea tan integral como el mal que nos aqueja.

Se impone una gran jornada nacional, pueblos por pueblos, para trabajar por una transformación total de aquel que ve la vida sólo desde la perspectiva del dinero, pero que ojalá se puedan incorporarse recursos a través del Estado para además crear empleos y mejorar las condiciones de vida de la gente.

Sólo de esa manera podría producirse  una verdadera transformación social y convertir a la República Dominicana en una sociedad más habitable y humana, donde la delincuencia y la degeneración sea un fenómeno aislado y no general como pasa actualmente.

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Periodismo Interpretativo

Será la frontera la excepción en corrupción en la República Dominicana?

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Por Elba García

La emigración haitiana, con implicaciones socio-económicas como prácticamente todas en el mundo de hoy, continuará aunque el Gobierno haya anunciado una serie de medidas en la frontera para evitar la entrada ilegal desde el vecino país.

La llegada masiva de haitianos ha creado una verdadera alarma nacional, sobre todo porque en opinión de muchos esta inmigración implica un aumento de la delincuencia y la promoción de una serie de enfermedades que son consustanciales a la pobreza y que afectan a pueblos como el haitiano.

El presidente de la República anunció un aumento de los militares que vigilan la zona fronteriza e incluso la medida habla de la incorporación de drones para monitoreal al haitiano hambriento que tiene como norte establecerse en el país.

La migración haitiana tiene un componente que forma parte de una cultura como la corrupción, ya que la entrada de éstos está determinada porque hay de por medio el pago de un peaje a los responsables de vigilar la frontera.

El hecho de que haya un elemento prácticamente cultural en el pueblo dominicano que motiva esa inmigración haitiana, permite colegir que es un problema no tan fácil, aunque no imposible, de detener.

Lo primero que habría que analizar es si el presidente de la República Dominicana, licenciado Danilo Medina, tiene moral para exigirles a sus subalternos lo que él y su Gobierno no pueden dar.

La pregunta que se impone es si podrán los militares de la frontera parar el cobro del peaje a los haitianos ilegales si quien se lo pide anda en lo mismo en otras instancias de la administración pública?

Realmente tiene moral un presidente involucrado en el caso Odebrecht y en otros escándalos para pedir que la frontera y los encargados de vigilarla sean éticos y decentes?

Podría el Gobierno pedir un cambio en la actitud de los militares que cuidan la frontera, mientras el presidente nombra como cónsul a un traficante con haitianos ilegales?

Se trata de un mensaje dual, porque con palabras se expresa preocupación por el fenómeno, pero con los hechos se promueve.

Es una doble moral que su fin no será otro que el fracaso.

El otro elemento es que la inmigración, incluida la haitiana, está motivada en el hambre y la pobreza y no hay muro que la detenga, no importa que sea físico, institucional o de cualquier otra índole.

Mientras los funcionarios hacen fiesta con los recursos públicos, los militares de la frontera harán lo mismo para permitir la entrada no sólo de haitianos ilegales, sino de todo lo demás, como drogas y el contrabando de mercancías.

Que nadie se llame a engaños con las palabras huecas del presidente Danilo Medina, experto en la simulación y la mentira.

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Periodismo Interpretativo

Líderes de las izquierdas que usan como herramienta las armas de la derecha.

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Por Elba García

Son varios los líderes latinoamericanos que luego de llegar al poder se convirtieron en híbridos, porque a pesar de que se vendían como una cosa en realidad eran otra.

El mejor ejemplo es Ignacio Lula da Silva, quien cuenta con dos condenas judiciales y está al borde de terminar en la cárcel por corrupción como consecuencia de aliarse a la derecha y promover un neoliberalismo desde el poder que no encajaba con su proyecto político original.

Lula da Silva fue rechazado por el ala más radical de su Partido de los Trabajadores (PT), ya que ese sector no le perdonaba su coqueteo con grupos económicos que apoyan su crecimiento en la corrupción y en las malas artes para depredar patrimonios públicos.

 

Elías Antonio Saca

El proyecto político de Lula da Silva  a pesar de sus logros en el gobierno, porque sin dudas los hubo, se desnaturalizó a tal punto que hoy éste es un ejemplo a tomar en cuenta como protagonista de una corrupción que lo marcó para siempre y que le quita moral para criticar el flagelo que ha sumergido en la miseria a los pueblos latinoamericanos, como lo es la corrupción administrativa.

Sin embargo, las izquierdas latinoamericanas se resisten a ver los pecados de uno de los suyos y en cambio recurren a la acusación de que se trata de una persecución de la derecha.

 

 

Jorge Glas

Lula da Silva sólo depende para hacer su entrada a la cárcel de solicitar la no ejecución de la sentencia mediante una figura que consiste en una explicación de la misma y de interponer un recurso de amparo ante la Suprema, cuyos especialistas observan muy pocas posibilidades de éxitos del otrora obrero metalúrgico.

 

 

 

Francisco Flores

Ese triste cuadro no exclusivo de la izquierda brasileña, sino que igual descrédito se ha producido con la de El Salvador, donde el primer presidente de izquierda, Mauricio Funes, está en el exilio por acusaciones de la comisión de actos de corrupción mediante la apropiación de recursos públicos, igualándose a ex presidentes de la derecha como Francisco Flores y Elías Antonio Saca.

 

 

 

Lenin Moreno

Lo propio ha ocurrido en el izquierdista Alianza País de Ecuador de Rafael Correa y del actual presidente Lenín Moreno, ya que por lo menos este último  se ha aliado a la derecha para promover las ideas neoliberales que preconizan los grupos económicos.

 

 

 

 

Otros líderes que llegaron al poder a través de un partido de izquierda, como el de la Liberación Dominicana, que han sido promotores y defensores del neoliberalismo son Leonel Fernández y Danilo Medina, cuyos gobiernos están muy manchados por la corrupción y son abiertamente neoliberales, pasando en la práctica de la izquierda a la derecha, tanto así que su perfil es más conservador que el más radical de esta corriente.

El cuadro que presentan las izquierdas latinoamericanas es definitivamente desconcertante.

Tanto es así, que el propio gobierno chavista aunque promovía y practicaba el anti-neoliberalismo nunca ha tenido una crítica en contra de un híbrido y camaleón como Leonel Fernández, que sabía presentarse como un no alineado en una cumbre en Cuba y luego aterrizaba en Washington como un defensor del neoliberalismo y la derecha internacional.

Todo este panorama ha erosionado la credibilidad de las izquierdas latinoamericanas, cuyas consecuencias no han sido peores porque algunos pueblos están gravemente enfermos fruto de la promoción de una serie de anti-valores que han dejado como secuela el corrompimiento de la gente, que le da más valor a un peso que al aspecto humano de la vida, lo cual se traduce en un problema político porque hemos pasado de una política ideológica a una clientelar y asistencialista.

Las izquierdas ahora no tienen como justificarse, porque además la gran mayoría de los llamados partidos alternativos, que siempre son más de izquierda que derecha, están seriamente comprometidos con la micro-corrupción promovida por la derecha, por lo menos en lo que tiene que ver con la República Dominicana

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