AFP
DAMASCO. Un avión del ejército sirio fue derribado el domingo por la coalición internacional dirigida por Washington en la provincia de Raqa (norte), donde se producían por primera vez combates entre las tropas gubernamentales y la alianza kurdoárabe apoyada por Estados Unidos.
El derribo, anunciado por el ejército sirio y confirmado por Washington, constituye una escalada mientras las tropas sirias lindan con zonas bajo control de fuerzas apoyadas por Estados Unidos en el norte y el sur de Siria.
Después haber avanzado hacia el norte, principalmente con la conquista de Alepo, el régimen sirio progresa desde mayo en el centro y el sur del país, y se dirige ahora hacia el este.
Ha expulsado al grupo Estado Islámico (EI) de varias zonas en la Badiya (desierto) y alcanzó el 9 de junio la frontera iraquí, rodeando casi totalmente los rebeldes apoyados por Washington y basados en el control fronterizo de Al Tanaf.
‘Legítima defensa’
“La aviación de la coalición internacional disparó esta tarde contra uno de nuestros aviones de combate en la región de Resafa (provincia de Raqa) cuando efectuaba una misión contra el grupo terrorista Estado Islámico”, indicó el ejército sirio, precisando que “el avión fue abatido y el piloto declarado desaparecido”.
“El mando general del ejército advierte contra las graves consecuencias de esta agresión flagrante contra los esfuerzos para luchar contra el terrorismo”, agregó.
Washington por su parte confirmó haber derribado un avión sirio, después de que este lanzara bombas sobre fuerzas apoyadas por Estados Unidos, en el sudoeste de Raqa.
“A las 18H43 (17H43 GMT), un (avión) SU-22 del régimen sirio lanzó bombas cerca de combatientes de las FDS (Fuerzas Democráticas Sirias, apoyadas por la coalición) en el sur de Tabqa y, de acuerdo a las reglas de combate y de autodefensa colectiva de las fuerzas asociadas de la coalición (anti-EI), fue inmediatamente derribado por un Super Hornet F/A-18E de Estados Unidos”, dijo la coalición en un comunicado.
En las últimas horas, el ejército sirio había progresado en esta región y llegó a las puertas de Resafa, a unos 40 km al suroeste de la ciudad de Raqa, bastión del grupo EI en Siria.
Pero el objetivo del régimen no es Raqa, que tratan de capturar las FDS, alianza kurdoárabe anti-EI, apoyada por Estados Unidos.
“El régimen quiere, a través de la provincia de Raqa, llegar a la provincia petrolera de Deir Ezzor”, más al este, indicó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
“El régimen (…) no quiere que las fuerzas apoyadas por los estadounidenses avancen más al sur de Raqa”, añadió, explicando que por la noche se libraron combates entre el ejército sirio y las FDS en dos aldeas situadas a unos 40 km al sur de la ciudad de Raqa. Es la primera vez que las dos fuerzas rivales se enfrentan.
Disparos de misiles iraníes
Las FDS entraron el 6 de junio en la “capital” de facto del grupo EI en Siria, se apoderaron de un puñado de barrios y se preparan para lanzar una batalla crucial en el centro de la ciudad.
La guerra de Siria, que ha dejado 320.000 muertos en seis años, se ha tornado en un complejo conflicto con el ascenso de los yihadistas y la implicación de potencias regionales e internacionales.
Respaldo del régimen, Irán anunció por su parte el lanzamiento de misiles de alcance medio contra “bases terroristas” en la región de Deir Ezzor, controlada por los yihadistas, en el este de Siria.
El ataque, realizado el domingo con el lanzamiento de los misiles desde territorio iraní, fue en “represalia” por atentados perpetrados el 7 de junio contra el parlamento y el mausoleo del imán Jomeini en Teherán y que fueron reivindicados por el EI, anunciaron los Guardianes de la Revolución, las fuerzas de élite iraníes.