Por EURONEWS
MOSCU.- La clase política de Rusia pide justicia por el asesinato de Daria Dúguina, la hija de uno de los estrechos colaboradores de Vladímir Putin, Alexandr Duguin.
«Este crimen no puede quedar impune (…) Hay que responder con dureza y decisión», afirmó Piotr Tolstoi, vicepresidente de la Duma del Estado, la Cámara de Diputado de Rusia.
Un grupo llamado Ejército Nacional Republicano ha reivindicado el atentado. Es una desconocida agrupación rusa que dice tener como objetivo derrocar al presidente Putin.
Analistas dan credibilidad a la atribución y aseguran que este episodio debilita la imagen del Kremlin.
«Para el aparato de propaganda, esto es un acto de intimidación. Para los seguidores de Putin, para sus votantes leales, se trata de un acto simbólico que demuestra que las hostilidades se trasladan al territorio de Rusia. Esto quiere decir que ya no es una guerra abstracta que se ve en la televisión. La guerra ya está ocurriendo en Rusia. No sólo se está bombardeando Crimea, sino que ya se están llevando a cabo ataques terroristas en la región de Moscú», explica el analista político Abbas Gallyamov.
Autoridades ucranianas negaron implicación
La noche del sábado, a las afueras de Moscú, Daria Dúguina de 29 años murió al estallar un bomba en su vehículo tras salir de un festival donde había estado con su padre, un ideólogo ultranacionalista que apoya la guerra en Ucrania.
Según el digital Gazeta.ru, que cita un canal de Telegran, Duguin tenía previsto regresar a Moscú en coche de su hija, pero cambió de opinión en el último momento.
Hasta el momento, funcionarios rusos insisten que Ucrania está detrás del atentado, algo que Kiev ha negado.
«Subrayo que Ucrania no tiene nada que ver con esto, porque no somos un Estado criminal como la Federación Rusa ni somos un Estado terrorista,» dijo Mijailo Podolyak, uno de los asesores del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
¿Quién es Alexandr Duguin?
Duguin, de 60 años, escritor y filósofo, es considerado uno de los ideólogos que más ha influido en la política rusa de los últimos años y el particular en el rumbo adoptado por el presidente Putin.
En su juventud profesó un anticomunismo y antisovietismo radical que abandonó tras la caída de la Unión Soviética al punto que en 1993 defendió con los comunistas la sede del Parlamento de Rusia cañoneado por orden del entonces presidente ruso, Borís Yeltsin.
Más tarde participó en la fundación del Partido Nacional Bolchevique, una formación opositora radical ya desaparecida.
A partir del año 2000 Dugin defiende las ideas de euroasianismo y el conservadurismo, que propone como plataforma ideológica a las autoridades del país, a la que acusa de carecer de toda ideología.
Desde 2015 se encuentra bajo sanciones de Estados Unidos por «acciones o políticas que amenazan la paz, la seguridad, la estabilidad o la soberanía o la integridad territorial de Ucrania».
En marzo de 2022, después del comienzo de la «operación militar especial» rusa en Ucrania, su fallecida hija también fue sancionada por Estados Unidos por su labor como directora de la web United World International (UWI), calificada por Washington como «un medio de desinformación».