Mientras más recaídas tiene un drogodependiente, más adicto se torna y se le hace difícil dejar el consumo –
Las personas adictas a las drogas enfrentan situaciones difíciles en el proceso de rehabilitación.
La ansiedad es lo más duro del proceso de rehabilitación y hace que un drogadicto con voluntad de limpiarse, vuelva a consumir sustancias alucinógenas.Aproximadamente el 90 por ciento de las personas adictas a las drogas psicoactivas, que inician los tratamientos de recuperación, no lo terminan.
Según los especialistas, las razones están asociadas a la capacidad adictiva de esas sustancias que se convierte en una necesidad para el individuo, es decir, necesita seguir consumiendo para evitar el malestar o para sentirse bien.
Finees Santana y Miguel Andújar, exadictos y ahora terapeutas de Hogares Crea Internacional, precisan que es una experiencia incómoda porque el cuerpo y la mente están habituados a utilizar las drogas. Entonces, empezar la desintoxicación es un proceso muy fuerte, pues ahí es cuando llega el síndrome de ansiedad en el que las personas comienzan a sentir dolores estomacales, dolor en el cuerpo, vómitos, diarreas, “es un tiempo de agonía”, razones por las cuales hay quienes no soportan una semana en el tratamiento, sumado al enorme deseo de consumir, según explicaron a elCaribe Finees Santana y Miguel Andújar.
Afirman que “lo peor de todo es romper con la ansiedad” porque la dependencia a la sustancia produjo que en varias ocasiones tuvieran que abandonar el tratamiento. Señalan que la importancia de entender las adicciones y trabajar para impedir que las personas empiecen a consumir, radica en que una vez dependiente de ella, deben recorrer un trayecto doloroso y complicado.
Según explican, una persona drogadicta, cuando recae, está en un estado de depresión profunda, se siente amenazada por volver a caer, se maldice, se considera poca cosa, se siente muy mal por no tener la voluntad suficiente.
“La depresión es una constante en una persona adicta cuando recae, conllevando a que se consuma mucho más droga. En cada recaída uno se pone peor, mientras más recaes, más degenerado te tornas, al punto de que el deterioro moral y físico es tan grande que uno no puede levantarse”, dijo Finnes Santana.
“Los adictos cuando recaen no lo hacen con alegría, sino con mucha tristeza, mucho dolor, porque no quieren continuar la vida de exclusión, discriminación y rechazo, pero no pueden, ya que la adicción es superior a ellos, indicó el psicólogo Raddamés de la Rosa.
En el momento de la recaída, los afectados no desean chocar con la realidad, sino, que prefieren permanecer en el estado de bienestar producido por la droga, puesto que una vez vueltos a su estado normal, sufren en silencio la intolerancia humana, ya que quienes les sonreían cuando estaban en tratamiento, ya no lo hacen. El psicólogo asegura que “la recaída es parte del proceso de recuperación y puede pasar en cualquier momento, sin importar que tenga 5 o 20 años de tratamiento, porque esa condición es un fenómeno difícil de revertir”.
Señala que muchos de los enfermos van de un centro de recuperación a otro tratando de encontrar la solución a su problema, pero llegar a esa meta es bien traumático y difícil. A pesar de ello, muchos han logrado limpiarse.
Otras razones por las que recae un drogadicto
Según los expertos, otros factores que contribuyen a que alguien con problemas de drogodependencia recaiga en el consumo, tiene mucho que ver con la falta de oportunidad y posibilidad de reinsertarse a la vida cotidiana. La reinserción social de éste, se torna complicada debido a que una vez fuera de los lugares de recuperación, no cuentan con el nivel necesario para ejercer un determinado empleo que le permita regresar a la sociedad con capacidad de tener una vida diferente.
Miguel Andújar añade que el período de permanencia en los centros de recuperación le hace sentir alguien útil pero inmediatamente sale a la calle queda en un limbo por no saber qué hará.
Por lo general, una persona adicta es alguien analfabeto y/o con niveles de educación básica únicamente, debido a que empezó el consumo de estupefacientes desde los 13 o 14 años.
Agregó que “cuando alguien es adicto siempre queda siendo adicto y si esa persona, al salir de estos lugares, no sabe cómo mantenerse y se descuida, puede volver a recaer en el consumo porque todas las vivencias del pasado siguen latentes en él, debido a que esto se vuelve parte de su carácter y su personalidad”.
También está el temor y la desconfianza que tiene hacia ellos la sociedad, en sentido general, cuando por iniciativa propia deciden cambiar, algunos le abren la puerta de sus casas pero otros los insultan y no los ven con buenos ojos.
Factores que dificultan la incorporación social
Tanto los exadictos como los dispositivos de atención al colectivo reconocen que las secuelas físicas y psicológicas que presentan algunas de las personas como consecuencia de los años de consumo abusivo, inciden de manera negativa en la incorporación social y laboral. Esa situación genera un alto grado de rechazo social.
Otro de los problemas que enfrentan son las causas penales y problemas judiciales que arrastran de su etapa de consumo abusivo, ya que los mantienen a menudo “enganchadas” con el pasado y les provoca grandes preocupaciones en el día a día. Al mismo tiempo, se pone de manifiesto que, el hecho de haber estado en prisión, incide negativamente en el proceso de inserción social y laboral ya que figuran con antecedentes penales.
Sensación
“En cada recaída uno se pone peor, mientras más recaes, más degenerado te tornas”.
Resultado
Encontrar solución a ese problema es difícil y traumático pero a pesar de ello muchos lo han logrado.
Hogla Enecia