WASHINGTON.- Los precios que pagan los consumidores en Estados Unidos aumentaron un 1,5 % en 2013, el menor incremento en tres años, y las remuneraciones reales de los trabajadores crecieron un 0,2 %, según informó hoy el Departamento de Trabajo.
En diciembre el índice de precios al consumidor (IPC) subió un 0,3 %, el mayor incremento en seis meses, después de un mes sin cambios en noviembre.
Los datos confirman la peculiaridad de la reactivación económica estadounidense después de la recesión más profunda y prolongada en casi ocho décadas: tras seis años de enormes estímulos monetarios por parte de la Reserva Federal, la inflación sigue siendo débil.
La inflación en 2012 y los datos del Departamento de Trabajo muestran que la última vez que el IPC subió menos del 2 % en dos años consecutivos fue en 1997 y 1998.
La Reserva Federal inició en diciembre la retirada gradual de sus estímulos, bajando de 85.000 millones de dólares a 75.000 millones de dólares sus compras mensuales de bonos del Tesoro y de títulos hipotecarios.
Pero mientras algunos miembros del Comité de Mercado Abierto de la Reserva, que dirige la política monetaria de EE.UU., han argumentado por meses que los estímulos robustecen el peligro de un brote inflacionario, otros señalan que el bajo índice de inflación puede convertirse en deflación si no mejoran el mercado laboral y el gasto de los consumidores.
La Reserva Federal considera saludable y aceptable una inflación anual de alrededor del 2 % y la semana pasada el presidente del Banco de la Reserva Federal de Minneapolis, Narayana Kocherlakota, afirmó que la política de estímulos no ha logrado un fortalecimiento de la economía que incluya un crecimiento beneficioso de los precios.
Por su parte, el presidente del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, John Williams, dijo hoy en un seminario del Instituto Brookings, que entre los miembros del Comité «persisten las preocupaciones porque las compras de activos en gran escala implican riesgos para la economía o la salud del sistema financiero que todavía no comprendemos plenamente».
El Comité volverá a reunirse el 28 y 29 de enero, esta vez presidido por primera vez por la sucesora de Ben Bernanke, Janet Yellen.
Williams, quien alentó a los académicos a que investiguen esta situación, sugirió que habría que considerar si el banco central debe elevar su meta de inflación.
Si se excluyen los precios de alimentos y energía, que son los más volátiles, la inflación subyacente en diciembre fue del 0,2 %, y la de todo el año fue del 1,7 %, según el informe del gobierno.
La inflación, combinada con una reducción de la horas trabajadas recortó la remuneración horaria promedio de los trabajadores en EE.UU. en un 0,3 % en diciembre.
En todo 2013 las remuneraciones horarias reales, esto es, ajustadas por inflación, han subido un 0,2 %, lo cual limita el poder adquisitivo de los consumidores cuyo gasto es, en EE.UU., equivalente a más de dos tercios de la actividad económica.
En diciembre los costos de la energía subieron un 2,1 %, el mayor incremento mensual desde junio, y los precios de los alimentos subieron un 0,1 %, indicó el gobierno.
Los precios de la vestimenta aumentaron en diciembre un 0,9 %, el mayor incremento mensual desde junio.