El combo de Danilo

Danilo Medina, presidente de la república, se las pasa comparándose con un director de orquesta. No conozco, sin embargo, que haya estudiado música.

Le gusta presentarse como avezado autor y ficalizador de las “partituras” que entrega a los músicos de su novel orquesta política, integrada por ministros y altos funcionarios de su gobierno.

Se asume como la batuta que pauta al conjunto, garantía suprema de que nadie habrá de desafinar a recibir bien ordenaditos todos los pentagramas.

Cada músico morado o amoratado sabe cómo tiene que tocar y si falla ahí estará el ilustre y experimentado director para llamarlo a capítulo o reemplazarlo.

Hasta el cuentecito iba requete bien. Todo cronometrado y con esquicita sintonía plamamada en palabras y papeles.

Solo que no pensó en las calidades de los/as musicos/as: armó la bendita orquesta con un 80% de profesionales no virtuosos en esa disciplina, requete quemados en experiencias anteriores, capaces de las mayores fechorías musicales, productores de ruidos infernales e incapaces de acoplarse para algo bueno.

Y la verdad es que ningún buen director puede poner a emitir sonidos agradables a musicops tan malos: de la trompeta sale un pedo, de la viola un quejido,de la flauta un chirrido y del contrabajo un eructo.

Ni tan bueno puede ser un director que si conforma un conjunto tan malo.

 Además, las partituras pudo escribirlas o de la pudieron escribir, no necesiamente en sintonía con la honestidad, la justicia, la participación democrática, la dignidad humana y la soberanía; más cuando a la vista saltan sus cimientos basados en la ley de la estrategia de desarrollo musical global made in usa, FMI, BM y oligarquía capitalista; sazonada con partidocracia, clientelismo y corrupción electoral.

Definitivamente Danilo ni pudo elaborar partituras con sabor y olor a pueblo no construir una mala orquesta. A lo sumo le salió un combo de mala muerte, deeso que emiten ruidos de la peor ralea.

Un combo por demás desfalcado, quebrado, cuyo director se empecina en hacernos pagar lo que el eminente musicologo Leonel Fernández y su distiguida academia de virtuosos del sonido y de la simulación  dispendiaron.

Eso si, el director del nuevo combo, es realmente un ser compasivo, capaz de restarle unos 7.8 mil millones de pesos, dejándolo solo con 45 mil millones, a su escandaloso paquetazo musical.

Artículo original publicado en el periódico El Nacional.