Primero fueron las confrontaciones con las armas de fuego, luego siguió la guerra bacteriológica y por último llega la ideológica, la cual es una especie de colonización diferente y aparentemente más sutil, pero más efectiva.
Los contenidos en los medios de comunicación siempre en un 90 por ciento provienen de los países altamente desarrollados, principalmente de los Estados Unidos.
Ese tipo de dominación ha dejado una gran secuela en los países del tercer mundo, donde incluso se asumen una serie de valores culturales que no tienen nada que ver con su idiosincrasia, con su historia y con su existencia.
Este fenómeno es lo que explica, aunque también la emigración, que en países como la República Dominicana se celebren fechas importantes de los Estados Unidos como si fueran propias, como el Dia del Pavo, entre otras.
Los medios de comunicación tienen mucho que ver con esa realidad, así como lo que ocurre con la industria de la moda y otras tantas que tienen una significación histórica y social que nada que ver con el país.
Esa colonización de la información ha sido en cierto modo una tragedia para los pueblos latinoamericanos, porque ha profundizado esa condición, entonces ahora la cuestión se complica porque con el surgimiento de las llamadas Tics no hay forma de superar esa dramática realidad.
De modo, que la creación de esta gran coalición para vigilar a todos los ciudadanos del mundo mediante la ruptura de un asunto vital en la vida del ser humano como es la libertad, que aunque hay que admitir que no es un derecho absoluto, como no lo es ninguno, pero su control no puede provenir de intereses extraños y que no tienen nada que ver con los países del llamado tercer mundo.
El ojo de vigilancia creado por multinacionales de la información que lleva como nombre Cualition Content Provenancy And Authenticit (C2PA), conformada por The New York Times, la BBC de Londres y gigante de la tecnología como Microsoft, Intel, Adobe, Truepic, entre otras, lo cual debe generar una preocupación especial en el mundo.
Debe ser necesariamente un tema de discusión en la Organizaciones de las Naciones Unidas, (ONU) y de Estados Unidos (OEA), pero además en sus iguales de Europa y Africa.
Se impone que se genere un gran debate mundial sobre esta amenaza, no sólo a la privacidad, que es parte de un bloque de derechos fundamentales y constitucionalizados en el mundo, sino también a la libertad de expresión y difusión del pensamiento, sólo limitada por las fronteras que pone la ley.
La alarma ha sido lanzada.