El Día de los Padres es propicio para preguntarse qué implica la paternidad irresponsable.

Por Elba García

Este domingo ¨»Día de los Padres»debe ser un motivo para preguntarse qué tanto ha dañado a la sociedad la irresponsabilidad paternal, agregada a un Estado que no tiene reglas por lo menos aplicables a los resultados del fenómeno.

En la República Dominicana se  sabe demás  que la irresponsabilidad paterna constituye una verdadera desgracia nacional, ya que es una de las principales causas de que tantos jóvenes estén involucrados en actos delincuenciales y otras conductas que son un espejo para medir los alcances del problema.

Sin embargo, en ese mismo contexto habría que ver cómo contribuye y estimula la descomposición social  la conducta de muchos jóvenes cuando el Estado promueve exclusión social, desigualdad y pobreza.

La falta del padre o tenerlo y que éste se comporte irresponsablemente  causa una falta social y moral muy grande, primero en la familia y luego en toda la sociedad, pero cuando el Estado no muestra capacidad para aplicar implementar  públicas a favor del descarrillado y que mucho menos cuente con la fuerza  para aplicar  las normas en contra del que se ha torcido, el fenómeno toma una dimensión de preocupación general.

En la sociedad dominicana son incontables los casos de hijos que no sólo no respetan a sus padres, sino que también cuando tienen que agredirlos lo hacen, porque, lamentablemente, la figura paterna no ha jugado su  rol, pero si a esto se agrega la falta de aplicación de la ley,  la cuestión se vuelve una pesadilla para cualquier sociedad.

El Día de los Padres es un motivo más que suficiente para reflexionar sobre la paternidad irresponsable y sus consecuencias, pero también sobre el hecho de que el Estado no cuente con la eficiencia para la aplicación de los mandatos de la ley para el que escoge el  camino equivocado, porque eso también se da.

El tema reviste una gran importancia porque la sociedad no sólo es impactada por el que viene de una familia disfuncional, sino también por el hijo que a pesar del buen ejemplo del padre decide hacer las cosas diferentes e inclinarse por lo mal hecho.

Porque el padre no siempre es el culpable de la conducta de los hijos, ya que sociológicamente hablando está más que demostrado que la influencia de la calle,  muchas veces, pesa más que la que proviene de la familia, aunque generalmente la educación del circulo paterno  tiene mayor impacto en la formación de la personalidad del individuo.

La autoridad del padre siempre es necesaria en cualquier hogar, pese a que familias que se han desarrollado sin la presencia de esta figura, ya sea por irresponsabilidad o porque ya no exista, siempre tiene  mayores posibilidades de descarrilarse.

La responsabilidad paternal es una pata importante en la sociedad, máxime cuando la misma no cuenta con un Estado que vigile eficientemente la conducta de sus ciudadanos, lo cual explica que en algunos conglomerados sociales el comportamiento  de los jóvenes sea peor que en otro.

De cualquier modo, este Día del Padre se impone felicitar a aquellos jefes de familias  responsables que siempre están al acecho de la conducta de sus hijos, no importa qué edad tengan y que tan adultos sean.

Felicidades a la responsabilidad paterna  que con esa conducta contribuyen con el logro de un mejor país.

Felicidades!