El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, ha cuantificado en 90.000 millones de dólares los daños sufridos, una cifra difícil de imaginar que es solo una valoración inicial a la espera de contar con datos precisos que desvelen el alcance de lo que supuso el paso por la isla el 20 de septiembre de un ciclón con una fuerza no recordada en la región del Caribe
San Juan, Puerto Rico (EFE).- Las operaciones de ayuda en Puerto Rico tras el huracán María suponen un esfuerzo de logística histórico con la intervención del Ejército de Estados Unidos para la entrega de suministros después de que el ciclón deteriorara las condiciones de vida de la población.
El general Thomas Sharpy, responsable de los efectivos de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos desplazados a Puerto Rico, dijo en entrevista con Efe que la operación de ayuda que supervisa es la más compleja que ha desarrollado en su vida, con el fin de ayudar a una población que casi un mes después del paso del huracán María sufre aún carencias.
Sharpy no duda en señalar que es el mayor reto de su carrera de 30 años en las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, una tarea que supone llevar suministros a cada rincón de una isla devastada por el huracán que, además de 45 muertos confirmados -cifra que puede aumentar-, ha supuesto la inutilización de las infraestructuras de electricidad y telecomunicaciones.
“Hemos conseguido sincronizarnos perfectamente con el Gobierno local y con Fema -la Agencia Federal de Manejo de Emergencias- para llevar a cabo la misión”, asegura el militar, que reconoce que el trabajo, por su complejidad, es un reto en la faceta logística de dimensión descomunal.
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, ha cuantificado en 90.000 millones de dólares los daños sufridos, una cifra difícil de imaginar que es solo una valoración inicial a la espera de contar con datos precisos que desvelen el alcance de lo que supuso el paso por la isla el 20 de septiembre de un ciclón con una fuerza no recordada en la región del Caribe.
El general estadounidense asegura que la ayuda llega a la población, aunque matiza que no ha estado en todos los puntos de distribución, por lo que no tiene certeza de que haya personas que todavía no cuenten con la atención que precisan.
“La ayuda llega a la población, pero no puedo estar seguro de que se alcanza a todas las zonas”, sostuvo Sharpy sobre un asunto que ha sido la principal crítica a lo largo de estas cuatro semanas de operaciones.
La prensa local recogió durante estas semanas las denuncias constantes de la gente sobre la falta de ayuda en las áreas más remotas, donde se sienten con más virulencia los efectos del paso del huracán debido a la falta de agua y comida.
El gobernador pidió a los municipios que hicieran un esfuerzo para dar a conocer de forma clara a la población dónde se ubican los puntos de entrega de ayuda, ya que muchas personas se sienten desorientadas al no saber dónde pueden acudir.
Las denuncias del posible desvío de la ayuda en los puntos de entrega en los municipios provocó que el gobernador Rosselló estableciera una fiscalización con la ayuda de las autoridades federales para evitar un problema que podía empañar unas tareas en las que han colaborado el Ejecutivo, agencias federales y el Ejército de Estados Unidos.
“No sé si se tienen que cambiar las cosas. Las áreas a las que he ido están bien atendidas de suministros y bajo control”, aseguró el general estadounidense.
“Estamos trabajando”, subrayó Sharpy, tras apuntar que los municipios llevan a cabo un esfuerzo en la medida de sus posibilidades para superar una crisis nunca antes vivida en Puerto Rico.
En cuanto a los medios desplegados, el general dijo que los efectivos llegados a Puerto Rico son innumerables, destacando casi 70 helicópteros de las Fuerzas Aéreas que están siendo fundamentales en la entrega de la ayuda a los municipios del interior y la montaña, donde más se sufren las carencias provocadas por el huracán María.
Sharpy indicó que no sabe hasta cuándo se mantendrá la presencia del Ejército de Estados Unidos en Puerto Rico para colaborar en las tareas de ayuda, pero que hoy día se trabaja de forma comprometida para que la población de la isla esté atendida, un compromiso que subrayó es asumido por la condición de los nativos del Estado Libre Asociado de ciudadanos estadounidenses.
“El Congreso tendrá que decidir cuánto gastará. Nosotros no podemos mantener a Fema, militares y a los equipos de primera respuesta, quienes han trabajado de manera asombrosa, en Puerto Rico para siempre”, señaló el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, esta semana por medio de la red social Twitter.
Las palabras de Trump generaron incertidumbre entre las autoridades de San Juan, que se vieron obligadas a confirmar con Washington si la ayuda permanecerá, lo que parece que ocurrirá hasta la recuperación. EFE