El fraude de las franjas en el cabildo de Santiago

La distribución de franjas en el cabildo de Santiago es una de las materias dignas de revisión previa investigación del espíritu mafioso y siniestro que la acompaña.

En primer lugar, hay un negocio sucio dominado por  los sindicatos choferiles  que consiste en negociar las franjas a un monumental sobreprecio para los choferes, que además son explotados por los sindicalistas, verdaderos negociantes al por mayor del área.

Aparte de que el concho tiene enferma el área urbana con sus bocinas, hay una mancuerna mafiosa que comienza en la venta de franjas incluso al por mayor y a la que nadie ha osado enfrentar desde hace décadas.

Hay  además particulares, gente que nada tiene que ver con franjas, en poder de múltiples cantidades de éstas, como parte del negocio turbio con las franjas.

Uno de esos ciudadanos, según los informes, es el presidente de la cooperativa La Altagracia y lo citamos porque hasta ahora es el único del que tenemos informes, aunque sabemos que hay más individuos beneficiados con estas distribuciones insólitas.

Hay mucha tela por donde cortar en las operaciones del cabildo de Santiago y se ofrecerán detalles de ello en la medida en que se reciban.

La recogida de la basura no escapa al entorno  mafioso de lo que pasa ahora.

Hay además departamentos a los que les roban el presupuesto y se lo ofrecen a otras áreas de manera inconsulta, ilegal e irresponsable.

El consejo edilicio nada dice de estas irregularidades y formas de corrupción.

No menos censurada es la conducta del alcalde de Santiago, Gilberto Serulle, al que se vincula con operaciones como por ejemplo la recepción personal de sumas de dinero que debe pasar primeramente por la corporación edilicia.

Lo que muchos ciudadanos esperan es que se transparenten todas y cada una de las operaciones del cabildo en estos momentos.