AGENCIA EFE
BARCELONA.- El expresidente independentista de Cataluña Carles Puigdemont, que sigue huido de la Justicia española, admitió hoy que tiene dudas a veces, pero aseguró que no desistirá y seguirá adelante para negar que haya llegado el final de su camino político.
Puigdemont se expresó así en Twitter al saberse que había reconocido que el proceso independentista ilegal que impulsó en Cataluña ha terminado y ha caducado y que sus correligionarios le han sacrificado como candidato después de que los planes del Gobierno español hayan triunfado.
Consta así en unos mensajes de teléfono que Puigdemont envió al diputado autonómico y exconsejero de su gabinete Toni Comín, también huido, difundidos por la cadena española de televisión Telecinco tras ser captados por uno de sus cámaras en Bruselas.
Soy humano y hay momentos en que también yo dudo. También soy el presidente (de Cataluña) y no me arrugaré ni me echaré atrás por respeto, agradecimiento y compromiso con los ciudadanos y el país, escribió hoy Puigdemont en Twitter, sin aludir directamente a los mensajes revelados.
En la misma red social, Comín avisó de que la divulgación de conversaciones privadas es delito y merecedor de las pertinentes acciones legales, además de puntualizar que se han sacado de contexto los mensajes.
A pesar de esos mensajes, uno de los portavoces del partido de Puigdemont (PDeCAT, centroderecha independentista) aseguró hoy que el proceso independentista catalán ha llegado para quedarse.
El exgobernante catalán es investigado por delitos relacionados con el proceso independentista ilegal que promovió en Cataluña; el presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent, lo propuso para ser elegido de nuevo presidente regional tras las elecciones autonómicas del 21 de diciembre.
Pero los planes de ser investido, incluso a distancia, se frustraron cuando Torrent aplazó sin fecha el pleno de ayer previsto para ello, después de que el Tribunal Constitucional dictara el sábado medidas cautelares para impedirlo.
La cadena televisiva afirmó que Puigdemont envió ayer esos mensajes a Comín, poco después de conocer que se aplazaba el debate convocado por su investidura.