Son muchas las veces que personas con muy buenos sentimientos han tenido que llorar frente a la pantalla de su televisor cuando se presentan dramas tan desgarradores como cuando una niña de apenas ocho años de edad sale embarazada de un violador en la ancianidad o de un adulto de cualquier otra edad.
En cualquier parte del mundo el hombre que viola una niña de esa edad no vuelve a tener tranquilidad jamás, porque el Estado mediante políticas publicas lo convierte en un guiñapo humano.
El drama es sencillamente insoportable porque inmediatamente esa niña cae en una situación como esa su vida se desgracia para siempre, porque jamás podrá superar los traumas que llevará consigo para todo el resto de su vida.
Sólo imaginarse que una niña de esa edad que salga embarazada como resultado de la violación del demonio que lo hace, crea una situación que vale mejor no vivirla cerca de uno, porque marca a cualquiera de una manera que jamás podrá superar el dolor que ello causa.
Pero hay otras situaciones que no dejan de tener igual impacto y es cuando una adolescente que se involucra en una relación sentimental con un hombre de edad muy avanzada o un adulto cualquiera y que al final termina convertida en una víctima de la violencia que entraña este tipo de relación y que muchas veces la convierte en un blanco para cometer un crimen que sólo los psicólogos y los psiquiatras pueden explicar.
La República Dominicana encabeza las estadísticas de este de relación con niñas y adolescentes, cuyos informes son realmente estremecedores, porque en la nación se produce una violación cada segundo en contra de una menor de edad.
El cuadro es muy preocupante, dado que la mayor parte de los hechos delincuenciales que ocurren en el país provienen de un hijo de una niña o una adolescente que ha sido víctima del drama del matrimonio infantil y de las uniones tempranas.
Por esta razón, la eliminación del matrimonio infantil del Código Civil Dominicano es un imperativo nacional que no resiste ni el más mínimo cuestionamiento y opinión en contra, porque no sólo lo reclama la colectividad nacional, sino toda la comunidad internacional.
En lo que respecta a este tema parece que desde ya se puede decir que las redes sociales han ganado una batalla más para evitar que los degenerados y depravados salgan no derrotados de un tema que constituye una herida profunda en el alma nacional.
La eliminación del matrimonio infantil es, sin lugar a dudas, un avance importante en la lucha en contra de los feminicidios, que tienen un componente de celos por parte de una unión entre una niña de muy poca edad y de un adulto o de un hombre de una edad muy avanzada.