El papa argentino presidió una misa en la Plaza de San Pedro con catequistas de todo el mundo
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco advirtió hoy del peligro que supone olvidar a Dios porque «la vida, el mundo, todo lo demás, pierden consistencia, no cuentan ya y todo se reduce
a una sola dimensión: el tener».
El papa argentino presidió una misa en la Plaza de San Pedro con catequistas de todo el mundo que han cumplido un peregrinaje a Roma con ocasión del Año de la Fe.
Durante la homilía, y ante unos 40.000 fieles y peregrinos, el pontífice lamentó que «la pérdida de la memoria de Dios» pueda desembocar en que «todo se reduzca al yo, a mi bienestar».
A los catequistas les pidió que «custodien y alimenten la memoria de Dios» porque «el catequista es precisamente un cristiano que pone esta memoria al servicio de la Anunciación».
Poco después, y antes de rezar el Angelus, saludó, además de a los catequistas, al patriarca greco-ortodoxo de Antioquía y de todo Oriente Youjanna X y a los peregrinos venidos de Asís a caballo, así como a los miembros del Club Alpino Italiano en el 150º Aniversario de su inauguración.
En lengua española, el papa también envió un «saludo con afecto a los peregrinos de Nicaragua, recordando a los pastores y fieles de esa querida nación que celebran con alegría el centenario de la fundación canónica de la provincia eclesiástica».
Finalizó el obispo de Roma recordando con «alegría» el hecho de que el sábado fuera proclamado en Croacia el beato Miroslav Bulesic, sacerdote diocesano muerto mártir en 1947.
Por último, el papa recorrió la Plaza de San Pedro con el Papamóvil abierto para saludar y bendecir a los miles de fieles que allí se dieron cita y, entre aplausos y aclamaciones, le entregaban a sus bebés para que fuera bendecidos.