El papa Francisco envió a finales de diciembre una carta a los padres de un joven español que habría sufrido abusos sexuales por parte de su profesor en un colegio administrado por el Opus Dei, según el rotativo El Mundo. “Es muy dura la cruz. Pido para que el Señor le ayude a llevarla”, afirma la carta manuscrita enviada por el Pontífice a los padres de este joven vasco, hoy mayor de edad.
En ese mismo correo, fechado el 29 de diciembre de 2014, el papa Francisco precisa que ha enviado la documentación sobre el caso a la Congregación para la Doctrina de la Fe, cuya misión es defender las doctrinas y prácticas cristianas, para que “instruyan el juicio canónico al educador y al colegio”. Contactado por la AFP en Roma, el portavoz del Vaticano, el padre Lombardi, rechazó comentar la información. El rotativo conservador El Mundo, al revelar el asunto, describe un descenso a los infiernos del joven, en 2008 y 2009.
El agresor era el preceptor del joven, encargado de “guiar su proceso formativo a través de una formación humana en valores”, afirma el diario, que señala que la víctima tenía 12 años entonces. Finalmente, la familia de la víctima ha presentado una querella criminal contra el preceptor por “agresión sexual” y “abusos sexuales”. El profesor se fue del colegio en agosto de 2011 en “excedencia de un año para estudiar idiomas en el extranjero”, pero luego no volvió a su puesto, según El Mundo.
“Era cerrar la puerta del despacho y bajar las persianas. Si yo quería salir de allí no podía”, relató el demandante, según el diario. “Me tocaba los muslos, la espalda, la tripa, y alguna vez, para enseñarme las notas en el ordenador, me exigía ponerme encima de sus rodillas”, añadió El joven está destrozado, según un informe psiquiátrico, citado por el diario. No fue hasta 2010 que sus padres se dieron cuenta de que había un problema tras un ataque de pánico al ir a subir al autobués del colegio.
Acabó marchándose del colegio, donde, además, sus compañeros se burlaban de él acusándolo de ser homosexual. Tras su partida, siguió siendo acosado mediante las redes sociales. La Iglesia española se vio sacudida a finales de 2014 por su peor caso de pederastia por el número de personas implicadas, hasta 12 inicialmente. El Papa había animado personalmente a un joven, que se declaró miembro del Opus Dei, a denunciar los abusose sexuales de los que fue víctima en Granada
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