En la República Dominicana se estila practicar una doble moral como si la gente fuera ingenua o tonta.
Esta conducta se observa, sobre todo en los partidos políticos y sus líderes, cuyo mejor ejemplo es lo dicho por el PRM y el presidente Luis Abinader sobre el apresamiento del diputado Miguel Gutiérrez Diaz de la provincia de Santiago.
A caso el PRM y Luis Abinader no sabían que este hombre tenía vínculos con lo ilícito, con el bajo mundo y entonces para qué el PRM y los amigos del presidente tienen competencia en la jurisdicción donde operan.
Hay una famosa expresión que reza: No hay más ciego que el que no quiere ver y parece que eso ocurrió con los perremeístas de Santiago y el país.
La cuestión se complica porque de acuerdo a lo que ha trascendido este legislador hizo aportes económicos importantes a la candidatura de Luis Abinader y ahí está la explicación de que incluso se convirtiera en candidato a diputado por el PRM.
En el país hay mucha gente que juega con la ignorancia y el amor por el dinero de amplios sectores de la vida nacional.
En este contexto está la declaración de Rosa Santos, gobernadora de la provincia de Santiago y del presidente del Senado, Eduardo Estrella, quienes sostuvieron que éste siempre tuvo una conducta muy decente y solidaria.
No se entiende bien lo que Estrella llama decente, a menos que él sólo tome en cuenta lo que el otro aparenta, pero es acaso decente que un candidato distribuye dinero como lo hacía el hoy imputado en los Estados Unidos.
Eso es querer tapar el sol con un dedo y además ser muy tolerante con un hombre que repartió de a medio millón de pesos entre los que estaban en su entorno más cercano cuando obtuvo la curul en el Congreso Nacional.
Otra expresión folklórica es la de la gobernadora provincial de que él es un hombre muy solidario y dolido de la pobreza de la gente, lo cual revela mucha ingenuidad de la representante del Poder Ejecutivo en la provincia de Santiago.
Esas son de las cosas que retratan de cuerpo entero al Partido Revolucionario Moderno (PRM), el cual ya no necesita dar más demostraciones para convencer a la gente de que es igual o peor que los demás partidos del sistema que mantienen bajo un golpeo sistemático a la población.
Hay que esperar que igual cosa diga el PRM y el presidente de la República de su flamante senador de la provincia Duarte, porque si una organización con vocación de poder no está en capacidad de determinar lo que tiene a su alrededor, entonces para qué persigue el control del Estado, a menos que no sea para servirse con la cuchara grande de la corrupción y la tolerancia con lo mal hecho.
Lo peor del asunto es que no están todavía todos los que son, porque el cuadro es mucho más complicado de lo que se ha visto hasta ahora.
Otra cosa que debe quedar clara es que la supuesta colaboración de la presidencia de la República con el proceso de investigación podría responder al interés de los Estados Unidos de causar algún efecto a propósito del caso, pero todo el mundo sabe que entre ambas Estados hay acuerdos que obligan a las autoridades dominicanas a no negarse a trabajar conjuntamente con la persecución del crimen organizado.
Sólo habría que imaginarse las consecuencias que tendría para el Gobierno dominicano el solo hecho de negarse a colaborar con un caso de narcotráfico internacional.
No seamos ingenuos.