Proyecto Collado juega al liderazgo político apoyado en neoliberalismo y en componenda público-privada

La compañía encuestadora de Mark Penn vuelve a arremeter con una encuesta  en la que la figura a resaltar es David Collado y no precisamente Luis Abinader, Gonzalo Castillo  y Leonel Fernández, así como los demás actores del escenario electoral.

La última medición ubica a Collado como el más beneficiado de los niveles de favorabilidad que buscó establecer la encuesta, a fin de proyectar como posible candidato presidencial al actual alcalde del Distrito Nacional.

El proyecto Collado es parte de un entramado que involucra inmensos intereses económicos y financieros, que podría tener  implicaciones muy negativas para la democracia, porque los grupos económicos no tienen miramiento cuando de llevárselo todo se trata.

David Collado es una ficha que podría significar para la sociedad dominicana una gran desgracia en virtud de que su base de sustentación es un grupo económico que sobre la base de sus negocios se lleva una parte muy importante del endeudamiento público del país, sobre todo del externo, lo cual hoy por hoy amenaza con convertirse en  la peor tragedia nacional.

El proyecto David Collado es fundamentalmente empresarial, no político, promovido con el apoyo  de una compañía encuestadora y un grupo comunicacional, a cuyo propósito  también  se le agregó la formación de  un partido político para que promueva las que parecen ser sus aspiraciones, pero que en realidad se trata de un plan para a la sombra del Estado aumentar fortunas económicas.

No son pocos los que piensan que Collado podría lanzarse como candidato presidencial en las elecciones de mayo, pero lo cierto es que aunque sea para el próximo cuatrenio 2024 aparecerá como tal, porque como se dijo más arriba es  parte de un proyecto que no es principalmente político, sino económico y financiero.

Sin embargo, la gente no se imagina las implicaciones del proyecto político de David Collado desde la perspectiva de la democracia, porque sería como crear las condiciones para que una familia busque el aumento desproporcionado de su fortuna económica sobre la base de un gran sacrificio de toda una sociedad.

El asunto es tan grave que podría estarse frente  a un grave problema de características neoliberales que generaría una confrontación social de repercusiones insospechadas, ya que hasta la fecha no se había planteado en la sociedad dominicana que un grupo económico controle el Estado y que sus mandatos produzcan resultados inmediatos en favor de sus poderosos intereses.

El proyecto David Collado constituye una demostración de las simulaciones que existen en la sociedad dominicana, en la que hay comunicadores y empresarios de la comunicación que juegan el doble papel de aparecer como denunciadores de la corrupción en el Estado, pero al propio tiempo crean las condiciones para que un grupo económico oprima de una forma brutal  a las grandes mayorías nacionales sin importar que sus acciones  pongan en peligro la democracia.

Es importante que quede claro que no es que los demás aspirantes no sean tan obedientes a este grupo económico, pero esa es una cosa y otra es que el control del Estado  se le entregue prácticamente y de manera absoluta a una empresa que sólo está interesada en los dividendos que le pueda dejar la administración pública.

El proyecto David Collado seguirá su curso con el apoyo de compañías encuestadoras como Mark Penn y de grupo de comunicación como SIN, pero la última palabra la tendrá el votante si  incluso pudiera darse  cuenta de la falsa  nobleza de esas aspiraciones que están sustentadas por un grupo económico que se lleva a sus bolsillos cantidades millonarias de dólares sin que las amplias mayorías nacionales nisiquiera se enteren, pese a los sufrimientos y dolores que sufren  como consecuencia de esas acciones.