El «que me importa» en la sociedad dominicana

Por José Cabral

La República Dominicana cada día camina hacia atrás, es un retroceso cuya principal causa es precisamente  “el que me importa”.

Es un fenómeno que ni los mismos sociólogos lo pueden explicar con claridad, porque éste no parece ser parte de  los pueblos como el dominicano fundamentados en valores familiares y sociales.

Ya cualquiera es ladrón sobre la base del mismo fenómeno, pero el asunto es tan generalizado que ya se vuelve clínico.

Es como si la gente hubiera perdido el tino, ya que donde quiera aparece una persona que no le importa tomar lo ajeno para si y exhibir una conducta fuera de los cánones morales.

El «que me importa» ha creado la idea que el ladrón tiene el derecho a robar y que ni el propietario de lo robado  puede  reaccionar, porque entonces se le ve como a un loco.

Un amigo tiene la tesis de que en la República Dominicana sólo están bien los niños y los locos, los primeros porque no saben lo que hacen y los segundos porque su sinceridad por cuestiones de edad no los deja caer en el contexto del “que me importa”.

La pregunta que podría hacerse cualquiera es si “el que no  me importa” no sea el resultado de la conducta  impuesta desde el Estado.

Y es así, porque cuando un funcionario del sistema judicial se adhiere “al que me importa” también envía el mensaje de que su familia y sus hijos han sido formados sobre la base de ese descaro.

Cuando el policía hace lo indebido, también ese agente busca promover “el que me importa”, porque además el que actúa sobre esa base busca que la sociedad lo asuma descaradamente.

Entonces cuando “el que me importa” se generaliza,  la desvergüenza y el descaro pasan a ser el punto de referencia de los niños y jóvenes que apenas comienzan a vivir.

De lo que si hay que estar seguro es que “el que me importa” ya arropó la sociedad dominicana y sólo con grandes convicciones y fuertes valores se  le puede ganar la batalla.