AGENCIA EFE
LIMA.- El indulto otorgado al exgobernante Alberto Fujimori (1990-2000) ha generado una ola de rechazo que se fortalece en Perú e incluso ha llevado a un sector de la opinión pública a cuestionar la idoneidad del presidente Pedro Pablo Kuczynski para permanecer en el cargo.
Esta posición, que el jueves motivó la movilización de decenas de miles de personas en todo el país, fue afianzada hoy por 239 escritores, entre ellos el premio Nobel de Literatura Mario Vargas, quienes emitieron un pronunciamiento de rechazo al indulto.
La carta cuestionó la “conducta ilegal e irresponsable” de Kuczynski y recordó que “Fujimori fue condenado por violación de derechos humanos y corrupción”.
Los firmantes, entre los que también están Alfredo Bryce Echenique, Fernando Iwasaki, Alonso Cueto, Alfredo Pita, Diego Trelles Paz y José Carlos Agüero, consideraron que “el gesto de Kuczynski cubre de infamia y vergüenza” a su país.
Los escritores se hicieron eco de una idea que ha calado hondo en un sector de la opinión pública peruana, al señalar que “a nadie se le escapa que estas medidas, en beneficio del expresidente, no son actos de compasión sino del más crudo y cínico cálculo político”.
Aludieron, de esa manera, a que Kuczynski anunció su decisión pocas horas antes de la Navidad y tan solo tres días después de que una facción del fujimorismo en el Congreso evitó que se aprobara un pedido de destitución presentado en su contra por sus vínculos con la constructora brasileña Odebrecht.
El grupo de diez fujimoristas que desobedeció un acuerdo tomado por la bancada de su partido estuvo liderado por el legislador Kenji Fujimori, el hijo menor del exgobernante, quien en repetidas oportunidades había pedido públicamente el indulto para su padre.
El pronunciamiento también se acercó a la opinión de un sector opositor al indulto, que considera que Kuczynski no debe permanecer en la jefatura del Estado.
“La permanencia de Pedro Pablo Kuczynski como Presidente de la República es incompatible con el Estado de Derecho y los valores democráticos”, enfatizaron antes de agregar que apuestan “por una reorientación” de la política de su país.
Esta posición también es compartida por la excandidata presidencial y líder del partido izquierdista Nuevo Perú, Verónika Mendoza, quien durante la noche del jueves acusó a Kuczynski de haber aceptado un “pacto de impunidad”.
“El señor Kuczynski ya no es más el presidente de los peruanos, porque lo que ha hecho con el indulto inmoral e ilegal es una vil traición a la patria, porque ha indultado a un asesino y ladrón”, afirmó Mendoza durante una de las manifestaciones de protesta, celebrada en la ciudad sureña del Cuzco.
A pesar del incremento de las críticas y protestas, Kuczynski permanece sin emitir un pronunciamiento público y ha dedicado las últimas horas a conformar un nuevo gabinete de ministros que hace dos días llamo “de la reconciliación”.
La primera ministra, Mercedes Aráoz, afirmó hoy que la próxima semana estará listo un nuevo gabinete de ministros “que tenga capacidad de diálogo” y aseguró que no se ha hablado con nadie “que sea de un partido en particular”, en respuesta a las versiones que indican que se integraría a representantes del fujimorismo.
Defendió, además, que el indulto fue parte de un “proceso legal en marcha” y rechazó que se haya tratado de un intercambio de favores políticos.
“Creo que hay mucha gente en el Perú que está buscando una reconciliación para seguir trabajando por el desarrollo de nuestro país”, dijo antes de señalar que “antes que nada está el perdón” para que en Perú se pueda construir una sociedad en la que “todos se respeten y acepten sus diferencias”.
Mientras tanto, Fujimori, quien cumplía una condena a 25 años de cárcel por delitos de lesa humanidad, continúa internado en una clínica de Lima aún sin una fecha para el alta médica, y organizaciones opositoras a su indulto ya han convocado a una segunda manifestación nacional de protesta para el 11 de enero.