El sector sindical cree que el interés del empresariado es suprimir ciertos derechos. Foto de archivo.
La Unidad de Políticas Públicas del Observatorio Político Dominicano (OPD-FUNGLODE) divulgó hoy los resultados de un análisis en torno a las discusiones sobre la reforma laboral en el cual determinó que tanto los grupos sindicales como los empresarios del país demandan una modificación al Código de Trabajo, pero cada uno defendiendo los intereses de su sector.
«Este deseo de reforma no es nuevo, los empresarios han argumentado desde hace años que el Código de Trabajo de 1992 está desactualizado y necesita reformarse, y han planteado la modificación de 28 puntos de la normativa», señala un comunicado del OPD.
El informe realizado por Fanny Vargas, coordinadora de la Unidad, indica que las organizaciones del sector privado han hecho énfasis en que las disposiciones del Código en materia de horarios, prestaciones laborales, cesantía, riesgos laborales y conciliación judicial crean una pesada carga para las empresas, en especial las pequeñas y las medianas.
En principio, los empresarios alegaron que los horarios y días feriados no responden a la realidad del país y que es necesario establecer jornadas diferenciadas para diversos sectores. Mientras que los grupos que representan los intereses de los empleados,como la Central Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), la Confederación Autónoma Sindical Clasista (CASC) y el Consejo Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), se oponen en términos generales a cualquier reforma que erosione los derechos de los trabajadores, aunque se muestran cautelosamente abiertos al diálogo.
Los dirigentes sindicales afirman que el interés de los empresarios es suprimir ciertos derechos laborales y bajar el costo de lamano de obra.
Desacuerdos. Pero los desacuerdos entre empleadores y empleados no se quedan ahí, ya que según el estudio, los empresarios sostienen que después de la puesta en marcha de la seguridad social, los pagos ascienden al doble entre el fondo de pensiones (AFP) y la cesantía, y es necesario revisar las normativas y crear topes a los montos otorgados.
En tanto, el sector privado alega, que la cesantía y otras cargas laborales (como los aportes a la seguridad social) son consideradas una traba para la competitividad y que crean distorsiones en el mercado laboral.
Los grupos sindicales sostienen, por su parte, que en el país los salarios son bajos y la compensación final del trabajador es la cesantía.
Según el CNUS, el seguro de desempleo sería más costoso que la cesantía como tal, y que esta no representa una carga tan grande para el sector privado como señalan algunos de sus representantes.
Crecimiento económico. En otro aspecto, el informe revela que a pesar del sostenido crecimiento económico, el promedio de desempleo en el período 2000-2012 ha sido de 15%, el subempleo representa aproximadamente el 16% del empleo total y alrededor de un tercio de los subempleados busca horas adicionales.
Indica que para abril de 2013, el empleo formal apenas alcanzó el 45% del mercado laboral. Es decir, que de los 3.9 millones de empleos actuales, el 55% (2.1 millones) es informal, indica el documento.
Explica que estos datos indican que el empleo formal privado ha tenido un crecimiento neto de 4.1 % en los últimos doce años, aproximadamente cuatro mil empleos netos por año, principalmente dirigidos a actividades del sector servicios intensivas en capital.
El análisis señala que los salarios reales promedio por hora se han quedado muy rezagados respecto del crecimiento de la productividad laboral.
“Como resultado, el salario mínimo en República Dominicana no se ha mantenido al nivel con el costo de vida”, precisa.
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