De portada
En el PRM es pan nuestro de cada día la cultura de la incoherencia y la falta de respeto a la palabra empeñada.
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El primer caso de un funcionario importante del Partido Revolucionario Moderno (PRM) que decía exactamente lo contrario de lo que había sostenido públicamente durante años mientras era diputada al Congreso Nacional, fue la ahora senadora Faride Raful, quien se oponía al llamado ¨¨Barrito¨¨ que opera en el Senado de la República, pero no bien llegó a la cámara alta cambió su posición.
El asunto fue tan impactante por la militancia en contra de la corrupción de Faride que su posición de que recibiría el odioso privilegio que constituye una modalidad de corrupción en el país, lesionó gravemente su credibilidad e incluso su popularidad, ya que para abandonar su decisión tuvo que recibir muchos ataques de diferentes sectores y desde las redes sociales.
Esta postura de Jorge Mera no sorprendió tanto como lo de Faride Rafuel, ya que este personaje tiene una proyección en el escenario nacional poco consistente e incluso en los entornos de su partido se le considera como sumamente vulnerable y que se presta a cualquier manipulación o componenda.
Posteriormente llega a la palestra pública el Pacto Eléctrico, el cual se había discutido hacía varios años, es decir, desde el 2017 y que el PRM se había negado a firmar porque no existir consensos sobre una serie de puntos, pero inexplicablemente desde el Palacio Nacional se convoca a la firma del mismo con la exclusión del sector social y con una serie de argumentos que buscaban justificar lo que nunca debieron hacer, porque consolidaba en el proceso la imagen de incoherencia que hoy identifica a la principal dirigencia del PRM.
La otra cuestión tiene que ver con el anuncio del presidente Luis Abinader de levantar una valla en la frontera, la cual ha sido defendida por el presidente de esa organización, José Ignacio Paliza, quien además es secretario Administrativo de la Presidencia.
Sin embargo, otro elemento que ha hablado claro sobre las incoherencias del PRM fue la posición de sus diputados en contra de las tres causales, cuya posición ha sido que se excluya del nuevo Código Penal y que en cambio se apruebe una ley especial que contemple esta reivindicación de la mujer dominicana.
En estos momentos también podrían incluirse otras incoherencias del PRM, como ejemplo haber designado en la administración del Banco de Reservas a una persona que tiene responsabilidad con un acto de corrupción reprochable como fue la compra de los aviones Super Tucanos.
Las incoherencias en este partido se producen cada día y su imagen de su falta de consistencia y de muy poca formación para defender lo que ha planteado por años como cuestiones de principios ya es conocida por todos los dominicanos.