En Medio de la Incertidumbre.

Los gobernantes dominicanos no logran asentarse como tales, porque se observa un nivel de improvisación y de medidas muy poco pensadas que crea una gran incertidumbre en el seno de la sociedad.

Luis Abinader a sólo algo más de un año en el poder ha dejado la sensación de que los zapatos del Estado le han quedado grande, ello independiente de que sea una persona bonachona y bien intencionada.

Sus errores son mucho más notable porque tampoco cuenta con asesores y ayudantes bien formados para dirigir el Estado.

Lo preocupante del asunto es que de buenas a primeras la República Dominicana se ha quedado sin dirigentes de los que la gente se pueda agarrar.

Porque si bien es muy peligrosa y dañina  la improvisación y  la incapacidad del presidente para llevar el timón nacional, lo cierto es que los que hoy hacen oposición política no tienen nada que ofrecerle al pueblo dominicano.

El diferendo con Haití ha puesto a prueba a los funcionarios del Partido Revolucionario Moderno (PRM), hoy en el poder y la verdad es que han dejado mucho que desear.

La crisis haitiana ha sido una detonante de muchas otras deficiencias del actual Gobierno, el cual va camino a quedar totalmente desacreditado.

Y no es que las autoridades nacionales no tengan la razón, pero hasta ella se pierde cuando hay un manejo torpe e irracional.

Sólo falta ver que curso toma el asunto para entonces advertir que tanto el país puede ser impactado por la incapacidad, la improvisación y la falta de racionalidad.

Ya la partida está echada y su rumbo va a depender de que tanto llegue la racionalidad al Gobierno de Luis Abinader, el cual ya se ha consolidado como hijo de la improvisación y de una consecuente falta de visión y de planificación, lo cual se puede observar hasta en la convocatoria de una simple rueda de prensa.