En España fue publicado el Boletín Oficial del Estado (BOE), que pone en vigencia la controvertida reforma de las pensiones del gobierno conservador de Mariano Rajoy, que endurece las jubilaciones parciales y anticipadas.
Pensionados cobrarán menos en España. (Foto: Archivo)
Este sábado fue publicado el Boletín Oficial del Estado (BOE), que pone en vigencia la controvertida reforma de las pensiones del gobierno conservador de Mariano Rajoy, que endurece las jubilaciones parciales y anticipadas en España.
«Es una reforma para una mayor sostenibilidad a largo plazo», precisó la ministra de Empleo, Fátima Báñez, al terminó de la reunión semanal del Consejo de Ministros.
A partir de ahora, habrá que trabajar más años y cotizar más tiempo para cobrar una pensión que será inferior a las que se han cobrado hasta ahora para iguales ingresos y cotizaciones.
Según el Banco de España, cuando estén en vigor todos los cambios en 2027, la cuantía de las pensiones se reducirá cerca de cinco por ciento respecto a las calculadas con la ley anterior.
El impacto será menor para quienes están cerca de jubilarse, ya que la aplicación de la reforma será progresiva desde este año y hasta el primero de enero de 2027, cuando los cambios estarán en vigor de forma completa.
Los primeros afectados por los cambios serán los nacidos en 1948, que cumplen 65 años el año que acaba de comenzar, y los primeros a los que se aplicará la reforma al completo serán los nacidos en 1960, que cumplirán 67 años en 2027.
Las nuevas medidas blindan, además, el acceso de los mayores de 55 años al subsidio por desempleo, única ayuda que les queda antes de empezar a cobrar la pensión de jubilación y tras haber agotado su prestación por paro.
Para cobrar esa subvención no se tendrá en cuenta, como hasta ahora, sólo las rentas del beneficiario, sino las de la unidad familiar, las cuales no podrán superar 75 por ciento del salario mínimo interprofesional, excluida la parte de las pagas extraordinarias.
Según el real decreto, los trabajadores que quieran jubilarse antes de tiempo deberán tener más años cotizados (35 años) y se quedarán con una pensión menor, mientras que tendrán más facilidades quienes quieran compatibilizar su prestación con un trabajo.
Con estos cambios, el Palacio de la Moncloa (sede del poder central) pretende ahorrar unos cuatro mil 500 millones de euros anuales, una vez que estén plenamente en vigor todas las medidas.
La de las pensiones es una de las grandes reformas estructurales exigidas por la Unión Europea y otros organismos internacionales al Ejecutivo español, artífice de un draconiano plan de austeridad para reducir el déficit público.
Al terminar 2012 había en España más de nueve millones de pensionistas con algún tipo de prestación contributiva (es decir, generadas por las cotizaciones durante la vida laboral), según datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Con los cambios de la reforma que empieza a aplicarse ahora, el Ministerio de Hacienda estima que podría producirse un ahorro del 3,5% del Producto Interno Bruto en 2050, un porcentaje que el Banco de España reduce hasta el 2,9 por ciento.