Dedos de silicona con las huellas dactilares de empleados que en realidad no iban a trabajar.
Ese es el insólito hallazgo de las autoridades brasileñas, que investigan presuntas irregularidades cometidas por médicos y enfermeros del servicio público de emergencias que usaban esos objetos para cobrar sin presentarse en sus trabajos.
El domingo, una médica del Servicio Médico de Atención Móvil de Urgencia (Samu) fue capturada por la policía utilizando dedos de silicona para fichar por sus compañeros y engañar así a la máquina de control biométrico por la que deben pasar los empleados de esa institución.
Ante la gravedad del asunto, el gobierno local de Ferraz de Vasconcelos, un municipio de la región metropolitana de São Paulo, designó un comité integrado por seis miembros que tiene 90 días para completar sus conclusiones.
La médica, Thauane Nunes Ferreira, de 29 años, fue descubierta por la Guardia Municipal fichando por sus colegas con los dedos de silicona este domingo por la mañana y detenida por falsificación de documento público, pero luego fue puesta en libertad gracias a un recurso dehabeas corpus.
Ferreira fue arrestada después de una investigación de dos semanas. En el momento de su captura, la policía dijo que tenía seis dedos de silicona con ella, tres de los cuales ya fueron identificados y contienen las huellas dactilares de sus compañeros de trabajo.
El alcalde de la ciudad, Acir Filló, separó de sus cargos a cinco empleados del servicio médico supuestamente implicados.
El incidente ha llegado a Brasilia, la capital del país, ya que el Ministerio de Salud dijo que lanzará su propia auditoría en el hospital.
Filló afirma que alrededor de 300 empleados públicos eran en realidad «un ejército de fantasmas», en referencia a los sujetos que él cree que cobraban sin ir a trabajar.
El incidente llegó a Brasilia.
Un portavoz del ayuntamiento le dijo a la BBC que entre los supuestos «empleados fantasmas», como los brasileños llaman de manera informal a aquellos que reciben salarios regulares sin tener que acudir a sus puestos de trabajo, figuran trabajadores públicos de las áreas de Salud, Educación y Seguridad.
La empleada confesó que en el plan participaban 11 médicos y 20 enfermeros y que estaban organizados por el coordinador del Samu en el municipio, Jorge Cury.
Cury le dijo al diario O Globo que no tenía conocimiento de las irregularidades y se mostró sorprendido con la noticia. «El secretario de salud me llamó y fui a la estación de policía. ¡Esto es absurdo! Soy funcionario de la ciudad desde hace 25 años. Nunca supe eso. Voy al Samu todos los domingos y nunca falta nadie. Justo hoy (domingo) no fui».
El abogado de Ferreira, Celestino Gomes Antunes, dijo que su clienta se involucró en el fraude porque de lo contrario habría sido despedida de su puesto de trabajo y que ella era en realidad una víctima en lugar de una criminal.
Según las autoridades, citadas por la prensa local, seis médicos le pagaban 4.800 reales -unos US$2.400- cada uno al coordinador del servicio de emergencias , Jorge Luiz Cury, para no trabajar los cuatro turnos de 24 horas mensuales que deben hacer cada domingo.
BBC