La escasez de agua es uno de los mayores problemas a los que se enfrentan las miles de personas que han huido de Sudán del Sur por la guerra fronteriza con Sudán. El CICR insta a suministrar ayuda con líquidos, alimentos no perecederos, ropa y artículos de higiene.
La escasez de agua es el principal problema al que se enfrentan los refugiados de Sudán del Sur.(Foto: CICR)
Al menos 80 mil personas que huyeron de Sudán del Sur y se refugiaron en el condado de Maban tras la guerra fronteriza con Sudán se tienen que enfrentar al grave problema que representa la escasez de agua en la zona, que ha tratado de reducirse con ayuda de parte de la Cruz Roja y organizaciones humanitarias.
Así lo dio a conocer este jueves el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que a través de su portal Web, precisó que el organismo también está tratando de mejorar el suministro de agua potable con instalación de canalizaciones, cisternas, fuentes y bombas de agua.
“El CICR emprendió en septiembre un proyecto para reforzar la red de abastecimiento de agua del campamento de refugiados de Yusuf Batil, uno de los cuatro campamentos del condado de Maban, próximo a la frontera con Sudán y el más afectado por la escasez de agua. Unas 37 mil personas han buscado refugio allí”, precisó el organismo.
Adrian Zimmermann, responsable de los programas de asistencia del CICR en Sudán del Sur aseveró que “las condiciones higiénicas se han resentido, lo que ha contribuido a la propagación de enfermedades como la diarrea”.
Pese a esto, el trabajador destacó que “estamos trabajando con otras organizaciones humanitarias para incrementar el suministro de agua” y agregó que ante la crisis, el CICR ha distribuido artículos de primera necesidad a las familias más necesitadas de los cuatro campamentos.
En total, las cifras del organismo indican que 80 mil refugiados recibieron ropa, lonas impermeables, mantas, mosquiteros y colchonetas para protegerse de los elementos y prevenir la malaria y otras infecciones respiratorias.
La división entre familiares es otro de los problemas que hay entre los refugiados. Según el CICR se ha ayudado a más de mil 300 personas a restablecer el contacto con sus familiares mediante llamadas telefónicas, incluso niños que tuvieron que huir de sus poblados durante un ataque perpetrado por un grupo armado y que no han visto más a sus padres.
“Estas llamadas suelen ser el primer contacto que tienen con su familia desde que abandonaron sus hogares (…) Es una voz al otro lado de la línea que les anuncia que siguen con vida”, afirmó Marc Thorens, delegado del CICR para la zona del Alto Nilo.
El flujo masivo de personas que huyen de la guerra con Sudán y del hambre desborda los campamentos humanitarios en Sudán del Sur, mientras que la consecuente escasez de agua lleva meses causando estragos.
Pese a los llamados de paz de los Ministerios de Relaciones Exteriores de varios países, los militares de ambos naciones parecen estar tomando previsiones para el potencial estallido de una guerra fronteriza.
Informes provenientes del sur de Sudán hablan de la preparación de trincheras, mientras que en norte se estarían concentrando tropas y equipos en la frontera.