El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, (al centro) junto al vicepresidente del Govern y conseller de Economía, Oriol Junqueras, y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, junto a diputados de la CUP, en las escalinatas del Parlament tras aprobarse en el pleno la declaración de independencia.
EL PARLAMENTO VOTÓ POR LA INDEPENDENCIA DE LA REGIÓN
Barcelona.- En una de las jornadas más trascendentes de la historia española reciente, el Parlamento catalán votó el viernes unilateralmente en favor de declarar independiente a la región, a lo que el gobierno central replicó de inmediato: despidió a los gobernantes catalanes, disolvió su Parlamento y convocó a elecciones en Cataluña.
Horas después del anuncio de autodeterminación catalana, el Senado español autorizó al gobierno poderes especiales constitucionales para impedir la secesión.
Por su parte, un vocero de la fiscalía dijo que se presentarán cargos de rebelión contra los responsables del voto independentista.
El gobierno conservador del presidente del gobierno español Mariano Rajoy llamó al gabinete a una reunión urgente por la noche, tras la cual anunció las medidas de emergencia para evitar la secesión catalana, incluyendo elecciones regionales para el 21 de diciembre. En Barcelona, la capital regional de Cataluña, el anuncio televisado de Rajoy fue recibido con abucheos y silbidos de desaprobación por la multitud que se había reunido a las puertas del palacio de gobierno para celebrar la medida independentista del Parlamento.
“No se trata de suspender el autogobierno, de intervenirlo ni de recortarlo, sino sencillamente de devolverlo a la normalidad lo antes posible”, dijo Rajoy en su discurso.
Celebración. Unas 6,000 personas, según la Guardia Urbana, se concentraron ayer espontáneamente en la plaza de Sant Jaume de Barcelona, ante la sede del gobierno catalán, para festejar la independencia de Cataluña.
El Tribunal Constitucional de España y el gobierno español han dicho que la propuesta de secesión es ilegal.
Rajoy también dijo que cerraría las oficinas del gobierno catalán en el extranjero y despediría al jefe de la policía regional catalana, así como a los representantes del gobierno regional en Madrid y Bruselas, donde está la sede de la Unión Europea.
Después de que el parlamento catalán votó en favor de la secesión, Rajoy dijo que la decisión, “en la opinión de una gran mayoría de personas, no sólo va contra la ley sino que es un acto delictivo”.
La decisión del Senado que da poderes especiales a Rajoy prevaleció sobre el voto de independencia catalana, que no tenía futuro porque el Tribunal Constitucional ha fallado constantemente en contra de cualquier avance hacia la secesión.
Pero la batalla por el futuro de Cataluña no ha terminado.
El despojo de los poderes locales por parte de Madrid probablemente será visto por los catalanes como un acto humillante y provocador, y se espera que haya reacciones. Se ha convocado a protestas el domingo, y los empleados del gobierno regional podrían aplicar un plan de desobediencia y retiro de cooperación. Para colmo, la elección anticipada prevista podría dar lugar a un Parlamento independentista, aunque encuestas recientes indican que la región de 7.5 millones de personas está dividida de forma pareja a favor y en contra de la secesión.
Muchos catalanes se oponen fuertemente a la independencia, y un grupo de llamados unionistas estaban organizando protestas masivas en Barcelona el domingo.
La constitución de 1978, promulgada tras décadas de dictadura de Francisco Franco, creó un Estado descentralizado con 17 regiones autónomas, Cataluña entre ellas. Las regiones gozan de amplios poderes administrativos y legales. Pero la constitución también dice que el país es “indivisible”.
EL ASUNTO DE LOS IMPUESTOS
Cataluña representa la quinta parte del PIB español y muchos quieren que los impuestos generados por la región se queden ahí. La moción en favor de la independencia fue aprobada con 70 votos de los 135 miembros del Parlamento catalán, donde los secesionistas tienen una pequeña mayoría. Antes de la votación, los legisladores de oposición se salieron de la sala en protesta. Luego de la votación, funcionarios y legisladores gritaron: “íLibertad!”. En un momento emotivo antes de la votación, el líder regional Carles Puigdemont pidió a sus compañeros separatistas que mantengan la calma de cara a la arremetida del gobierno central.
“En los próximos días debemos atenernos a nuestros valores de pacifismo y dignidad. Está en nuestras, vuestras manos construir la república”, dijo Puigdemont.