Santo Domingo, R.D.-La temporada oficial de huracanes comenzó el pasado jueves en la cuenca atlántica con pronósticos que indican que el número de ciclones puede estar dentro del promedio y la incógnita de cómo afectará la presencia del fenómeno climático El Niño.
En ese sentido, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), a través del Centro de Predicción del Clima de los Estados Unidos, una división del Servicio Meteorológico Nacional, pronosticó la formación de un rango de 12 a 17 tormentas, de las cuales, como cada año, se conocen con antelación sus nombres.
El listado completo del 2023 está conformado por 21 nombres: Arlene, Bret, Cindy, Don, Emily, Franklin, Gert, Harold, Idalia, José, Katia, Lee, Margot, Nigel, Ofelia, Philippe, Rina, Sean, Tammy, Vince y Whitney.
¿Cómo se seleccionan los nombres?
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) es que se encarga de mantener listas rotativas con nombres adecuados para cada cuenca en la que se forman ciclones tropicales. En total, son seis listas de 21 nombres que se utilizan en una rotación de seis años.
Los ciclones tropicales pueden durar una semana o incluso períodos más prolongados, por lo que cabe la posibilidad de que haya varios ciclones activos de forma simultánea. Los pronosticadores meteorológicos atribuyen un nombre a cada ciclón tropical para evitar confusiones y todos los años esa asignación se realiza por orden alfabético, alternando nombres femeninos y masculinos.
Un dato curioso es que en las primeras listas solo se incluían nombres de mujer, pero, en 1979 empezaron a usarse nombres masculinos, en alternancia con nombres femeninos.
Según información de la página web de la OMM, “la práctica de asignar nombres a las tormentas (ciclones tropicales) empezó hace años con objeto de facilitar la rápida identificación de esos fenómenos en los mensajes de aviso, al considerarse que los nombres son mucho más fáciles de recordar que los números y términos técnicos”
Modificación de los listados
“Una lista solo puede modificarse si una tormenta provoca una cantidad tan importante de víctimas mortales o de daños materiales que volver a utilizar esa misma denominación para bautizar una tormenta diferente podría herir la sensibilidad de la población”, explica la organización internacional.
En tal caso, en una reunión anual del Comité de Ciclones Tropicales de la OMM correspondiente (convocada principalmente para abordar muchos otros asuntos) se eliminaría de la lista el nombre en cuestión y se elegiría otro para sustituirlo.
Algunos ejemplos de nombres de tormentas eliminados son Mangkhut (Filipinas, 2018), Irma y María (el Caribe, 2017), Haiyan (Filipinas, 2013), Sandy (Estados Unidos, 2012), Katrina (Estados Unidos, 2005), Mitch (Honduras, 1998) y Tracy (Darwin, 1974).