Para 2050, el continente tendrá unos 716 millones de habitantes y para 2100, cuando el margen de error es bastante más amplio, caería hasta los 653 millones.
EFE
NACIONES UNIDAS. A menos que aumente sus niveles de inmigración, Europa perderá población durante las próximas décadas, mientras que el resto de continentes seguirán creciendo al menos hasta mitad de siglo, según datos presentados hoy por la ONU.
Las estimaciones de Naciones Unidas apuntan a que la población europea se reducirá ya de unos 742 millones a unos 739 de aquí a
2030.
Para 2050, el continente tendrá unos 716 millones de habitantes y para 2100, cuando el margen de error es bastante más amplio, caería hasta los 653 millones.
Esa progresión contrasta con la del conjunto del mundo, donde la población seguirá creciendo de forma importante durante este siglo.
Actualmente se calcula que el planeta tiene unos 7.550 millones de habitantes, una cifra que aumentará hasta los 8.551 millones en 2030, a cerca de 9.800 millones en 2050 y a casi 11.200 millones en 2010, según las proyecciones de la ONU.
La mayor parte de ese crecimiento se concentrará en un número reducido de países, sobre todo de Asia y África, continente este último donde la población crecerá con más fuerza.
Con la excepción de Europa, todas las regiones seguirán ganando habitantes hasta 2050, mientras que en la segunda mitad de siglo también se espera que se reduzca la población en Latinoamérica y el Caribe.
Los cálculos están basados en la continuidad en términos generales de los actuales flujos migratorios hasta 2050 y en una reducción a partir de entonces, según explicó a los periodistas el director de Población del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, John Wilmoth.
Naciones Unidas señala que la inmigración con destino a los países desarrollados alcanzó su máximo en el periodo 2005-2010 y se ha reducido entre 2010 y 2015, con un saldo neto de 3,2 millones al año de aumento en el conjunto de las naciones ricas.
Los países desarrollados que ganaron más habitantes gracias a la inmigración en esos años fueron EE.UU., Alemania y Arabia Saudí.
Entre 2010 y 2015, y si se excluyen los países que sufrieron grandes salidas de refugiados, los Estados que tuvieron un salgo migratorio negativo de más de 100.000 personas al año fueron la India, Bangladesh, China, Pakistán, Filipinas y España.
Según Naciones Unidas, a menos que haya grandes cambios, los movimientos de población no podrán compensar la reducción del número de habitantes que se dará en las regiones con tasas de fertilidad más reducidas, especialmente en Europa.
El continente europeo, que en los últimos años ha sido el único donde esa tasa ha aumentado y que mantendrá ese ligero avance durante décadas, sigue teniendo pese a ello el menor número de hijos por mujer, con 1,6 actualmente.
En España la tasa es aún más baja, alrededor de 1,3, y la ONU espera que el país, que en los últimos años también ha tenido un saldo migratorio negativo, vea reducida su población en las próximas décadas.
La organización atribuye actualmente a España algo más de 46,3 millones de habitantes y prevé que para 2030 sean 46,1, que caigan a 44,3 en 2050 y a unos 36,3 millones para 2100.
En Latinoamérica y el Caribe, donde viven hoy unos 646 millones de personas, la población aumentará hasta 780 millones en 2050, pero luego comenzará a reducirse y bajará hasta unos 712 millones para 2100.
Las cifras dadas a conocer hoy por la ONU son una actualización de sus cálculos anteriores y, en general, confirma las tendencias apuntadas en el anterior informe de este tipo, publicado en 2015.
La organización destaca que el fuerte crecimiento de la población que se espera en los países más pobres plantea un importante desafío
a la hora de cumplir con objetivos como acabar con el hambre y la pobreza extrema.