El exdirector de la CIA y de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) Michael Hayden, no específico sobre el tipo de ataque cibernético que podría sufrir EE.UU, sin embargo advirtió que piratas informáticos y grupos protransparencia podrían responder contra el Gobierno.
Posible detención del exagente de la CIA, Edwar Snowden, podría causar ataques cibernéticos contra EE.UU (Foto: Archivo)
El exdirector de la CIA y de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA), Michael Hayden, dijo este martes que unaposible detención del exagente estadounidense Edward Snowden, podría provocar ciberataques en el país.
Aseguró que este posible escenario impulsaría a los piratas informáticos y grupos pro transparencia a responder con ataques cibernéticos e indicó que «es posible que quieran ir tras el Gobierno de Estados Unidos (EE.UU), pero francamente, ya saben, las redes militares son el objetivo más difícil en Estados Unidos».
El director de ambas agencias de seguridad desde 1999 hasta 2009, expresó además durante un discurso en el Centro de Política Bipartidista en Washington, que la coalición de grupos de hackers y activistas tiene mayor capacidad de infligir daño en los entornos virtuales que en cualquiera de las redes militares o infraestructuras físicas de Estados Unidos.
Sobre qué tipo de ataque cibernético podría sufrir EE.UU. en caso de que Snowden fuera detenido, el exdirector de inteligencia aclaró que es algo «puramente especulativo» y eludió cualquier tipo de predicción.
Según Hayden, la NSA comenzó a recopilar registros telefónicos y datos digitales de estadounidenses después del 11 de septiembre de 2001, un cambio drástico de su misión tradicional de recolección de datos de inteligencia extranjera.
Snowden filtró a principios de junio documentos que atestiguan la existencia de dos programas de la NSA, entre ellos uno denominado Prism, que permite a las agencias de inteligencia acceder a la información que millones de usuarios almacenan en los servidores de compañías como Google, Microsoft y Facebook.
Entre el 23 de junio y el 1 de agosto pasados el joven permaneció en la zona de tránsito del aeropuerto Sheremétievo de Moscú, Rusia, para evitar ser deportado a EE.UU., donde es perseguido por la justicia.
El pasado viernes, Rusia le concedió asilo temporal durante el próximo año, lo que ha enfriado las relaciones entre ese país y EE.UU.