Cientos de estudiantes en Jambi, en la isla de Sumatra y en Solo, en Java Central, realizaron el miércoles protestas por el Día del Amor
YAKARTA, Indonesia (AP) — Funcionarios indonesios y clérigos musulmanes exhortaron el jueves a los jóvenes para que no celebren el Día del Amor y la Amistad, diciendo que es una excusa para que las parejas tengan relaciones sexuales prohibidas.
Las autoridades de una provincia indonesia prohibieron a la gente comprar regalos relacionados con la festividad occidental, también llamada Día de San Valentín.
«Muchos adolescentes utilizan la festividad de Occidente como un momento para expresar su amor, que en ocasiones conduce a relaciones sexuales premaritales», dijo Idris Abdul Somad, vicealcalde de Depok, un poblado en las afueras de Yakarta, la capital.
«Hice un llamado a los padres para que no permitan que sus hijos ninguna posibilidad de celebrar el Día de San Valentín», afirmó. «Porque podrían estar expresando su amor a sus seres queridos más libremente… Ello podría llevar a relaciones sexuales prohibidas», agregó.
Exhortó a los residentes a en lugar de ello llevar a sus hijos a actividades religiosas islámicas.
Líderes religiosos en Aceh, única provincia indonesia donde es impuesta la ley islámica, se anticipó al aplicar una nueva regla que prohíbe que la gente compre regalos del Día del Amor. Las celebraciones del Día de San Valentín ya habían sido prohibidas en la provincia.
«No refleja amor en concordancia con las enseñanzas islámicas… es lo mismo que promover creencia diferentes al Islam», dijo Teungku Faisal Alí, un prominente clérigo del Consejo Aceh Ulema.
Cientos de estudiantes en Jambi, en la isla de Sumatra y en Solo, en Java Central, realizaron el miércoles protestas por el Día del Amor. Clérigos musulmanes instaron además a los muchachos a evitar celebraciones en varias ciudades de Indonesia, incluidas Padang, Riau, Palembang y Banten.
Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo, es una nación laica de 240 millones de habitantes. Tiene una larga historia de tolerancia religiosa, pero una pequeña franja extremista se ha vuelto más vocal —y más violenta— en años recientes.