Precisamente la quinua, una especie de cereal propio de los países andinos que en este 2013 celebra su Año Internacional, es uno de los alimentos a los que la FAO le dedica un apartado especial en la última edición de su informe “Perspectivas Alimentarias”, publicado hoy en su sede en Roma.
Los expertos de esta agencia de Naciones Unidas prevén que en 2013 la factura de las importaciones mundiales de alimentos alcance los 1,09 billones de dólares, un 13 % menos que las de 2011, consideradas como “excepcionales”, aunque más o menos en la línea con las registradas el año pasado.
La FAO estima que el aumento de productos pesqueros y pecuarios compensará los menores gastos en el mercado alimentario en la mayor parte del resto de productos básicos, sobre todo el azúcar, que se prevé que este año cierre un bienio con una producción mundial récord, suficiente para satisfacer el consumo previsto.
Ese mayor equilibrio en el mercado de alimentos será más evidente en los cereales, tras la situación “relativamente tensa” vivida desde el año pasado por la disminución de los suministros y el aumento de los precios, indica la agencia de la ONU que recientemente ha sugerido que se tengan en cuenta los aportes alimenticios de insectos y medusas.
Está previsto que este año la producción mundial de cereales alcance un volumen récord de 2.460 millones de toneladas, un 6,5 % más que en 2012, gracias, sobre todo, a una mayor cosecha de trigo, la recuperación del maíz en EE. UU. y también de arroz, aunque esto se puede atenuar por el temor a una caída de precios.
“Se pronostica que en 2013-2014 el comercio mundial de cereales alcanzará los 306 millones de toneladas, volumen semejante al de 2012-2013. Una disminución en el comercio de trigo debería de compensar la recuperación del maíz, mientras que en 2014 cambiaría poco el de arroz”, reza el informe.
El trigo tendrá este 2013 una producción sin precedentes de 702 millones de toneladas, un 6,5 % más que en 2012, gracias sobre todo a la recuperación de los países que el año pasado tuvieron malas cosechas, sobre todo en Europa y el entorno del Mar Negro.
Y el arroz, que ha mantenido estables desde el pasado enero sus precios internacionales, tendrá una producción mundial en 2013 de cerca de 500 millones de toneladas (un 1,9 % más), aunque se contraerá un 2,8 % su comercio internacional por la menor demanda de importaciones, a expensas de lo que pueda ocurrir en Tailandia, la India y China.
En cuanto al azúcar, la FAO prevé que se cierre este año con una producción de 180 millones de toneladas, un 2,8 % más, gracias, sobre todo, a la recuperación en Brasil, y lo que supone además, por segunda campaña consecutiva, un superávit productivo que contribuirá a reponer las existencias.
La agencia de la ONU prevé además que en 2013 la producción mundial de carne aumente solo un 1,4 %, hasta las 308,2 millones de toneladas, con unos precios que hasta el mes pasado seguían en niveles “históricamente altos”, algo que ha ocurrido también con los productos lácteos por la limitación de las exportaciones de algunos países, a pesar de que la producción sigue aumentando en Asia.
En el apartado especial que le dedica a la quinua, alimento que promocionó en la propia sede de la FAO en Roma en 2012 el presidente de Bolivia, Evo Morales, la agencia de Naciones Unidas indica que se prevé que su demanda siga aumentando “fuertemente” en los próximos años, sobre todo en países desarrollados, dada la tendencia al alza en el reclamo de comida saludable.
“En el futuro, la quinua podría jugar un papel más importante en el sistema alimentario global, dada su capacidad de adaptación a diferentes regiones agroecológicas y sus grandes componentes nutricionales”, señala el informe.
La FAO informa asimismo de que su índice de precios de los alimentos permaneció en mayo pasado prácticamente sin cambios, en los 215,2 puntos, seis décimas menos que en abril, gracias a la ligera caída del coste de los productos lácteos y el azúcar, que compensaron el aumento del de los cereales.
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