Las dos organizaciones consideran esencial que gobiernos, empresas y sociedades colaboren para erradicar la malnutrición en el mundo, pero de Roma saldrán únicamente compromisos basados en la voluntariedad de las acciones recomendadas
Foto: El reto consiste en producir alimentos suficientes que estén al alcance de los más pobres y sin dañar el medioambiente.
Roma, 18 nov (EFE).- La erradicación del hambre crónica, que afecta a 800 millones de personas, y el combate contra la malnutrición pasan por el fomento de una alimentación “sostenible”, según propugna la cumbre internacional que se abre mañana en Roma.
Esta es la reivindicación contenida en la declaración que adoptará el miércoles la Segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2), organizada conjuntamente por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las dos organizaciones consideran esencial que gobiernos, empresas y sociedades colaboren para erradicar la malnutrición en el mundo, pero de Roma saldrán únicamente compromisos basados en la voluntariedad de las acciones recomendadas.
Ya en la primera jornada de la CIN2 se aprobará la “Declaración de Roma sobre la Nutrición”, un documento que resume las acciones e iniciativas que se abordarán en la conferencia, en la que participarán, entre otros, el papa Francisco y la reina Letizia de España.
En la declaración se reconoce el esfuerzo hecho en los últimos años aunque se critica que el número absoluto de personas afectadas por subalimentación “sigue siendo inaceptablemente alto”
Los convocantes justifican que la declaración y el plan de acción se aprueben antes de escuchar a los participantes (del 19 al 21 de noviembre) porque habiendo alcanzado el consenso sobre los documentos los delegados podrán centrarse en cómo aplicar las recomendaciones.
Está previsto que se reafirmen “los compromisos contraídos en la primera Conferencia Internacional sobre Nutrición, de 1992, en las Cumbres Mundiales sobre la Alimentación, de 1996 y 2002, y la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria, de 2009″.
Y se establecerán “las metas y los planes de acción internacionales pertinentes, en particular las metas mundiales sobre nutrición para 2025 de la OMS y del Plan de acción mundial para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles 2013-2020 de la OMS”, explican los convocantes.
En la declaración se reconoce el esfuerzo hecho en los últimos años aunque se critica que el número absoluto de personas afectadas por subalimentación “sigue siendo inaceptablemente alto”, pues “se calcula que en 2012-2014 había 805 millones de personas que padecían hambre crónica”.
También se recuerda que la malnutrición crónica afectaba en 2013 “a 161 millones de niños menores de cinco años, mientras que la malnutrición aguda (emaciación)” golpeaba a “51 millones de niños menores de cinco años”.
Entre las causas que provocan la malnutrición, la FAO y la OMS señalan “la pobreza, el subdesarrollo y un nivel socioeconómico bajo”, pero también “la falta de acceso en todo momento a alimentos suficientes, en cantidad y de calidad adecuadas”.
Además, subrayan, la malnutrición “se ve a menudo agravada por prácticas deficientes de alimentación y cuidado de los lactantes y los niños pequeños, deficiencias en el saneamiento y la higiene, la falta de acceso a la educación, a sistemas sanitarios de calidad y a agua potable”, entre otros factores.
Tampoco se olvidan del ébola, el virus que ha afectado a África Occidental, para asegurar que plantea “enormes desafíos para la seguridad alimentaria y la nutrición”.
Ante el problema de la malnutrición en el mundo, ambas organizaciones apelan a “un proyecto común de acción mundial” a través de una “colaboración entre los gobiernos, el sector privado, la sociedad civil y las comunidades”.
Una “acción colectiva” que deberá complementarse, dicen, con la puesta en marcha de políticas de nutrición que promuevan “una alimentación diversificada, equilibrada y saludable en todas las etapas de la vida”.
Entre las medidas que proponen para erradicar la malnutrición, está la de que los sistemas alimentarios proporcionen “acceso durante todo el año a alimentos que cubran las necesidades de nutrientes de las personas”, así como la de “contribuir a prevenir y tratar las enfermedades infecciosas”.
Entre los compromisos que los participantes en esta CIN2 asumirán están: erradicar el hambre y prevenir todas las formas de malnutrición en todo el mundo o aumentar las inversiones para llevar a cabo intervenciones y aplicar medidas efectivas con objeto de mejorar la alimentación y la nutrición de las personas.
La FAO y la OMS también han publicado un “Marco de Acción” en el que subrayan que “la dificultad fundamental actualmente consiste en mejorar la nutrición de forma sostenible mediante la aplicación de políticas coherentes y medidas mejor coordinadas entre todos los sectores pertinentes”.
El documento recomienda a los estados “elaborar o revisar los planes nacionales de nutrición”, así como “fortalecer los marcos jurídicos y la capacidad estratégica en la esfera nutricional”.
También “establecer y fortalecer mecanismos nacionales entre distintos ámbitos gubernamentales, intersectoriales e integrados por múltiples partes interesadas relativos a la seguridad alimentaria y la nutrición”.
Otras recomendaciones son “promover la colaboración entre los países” o “elaborar, adoptar y adaptar directrices internacionales sobre dietas saludables”.
Además, como medidas para eliminar el problema del sobrepeso y la obesidad infantil, ambas organizaciones apuestan por “brindar asesoramiento dietético a las mujeres durante el embarazo” o “crear un entorno propicio que promueva la actividad física a fin de combatir el estilo de vida sedentario”. EFE