Los expertos destacaron que el número de huracanes superó el promedio de los últimos seis años aunque el número de ciclones de gran intensidad se mantuvo por debajo de la media de tres. El número de tormentas estuvo muy por encima de la media, que se ubica en 12 ciclones por temporada.
Un comunicado de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica informó que el número de tormentas estuvo muy por encima de la media. (Foto: archivo).
La temporada de huracanes en el océano Atlántico terminó oficialmente este viernes con un ciclo particularmente activo que produjo 19 tormentas de envergadura, 10 de ellas convertidas en huracanes que causaron estragos, como Isaac en Nueva Orleans, Sandy en Cuba, Haití, República Dominicana, Nueva York y Nueva Jersey.
Un comunicado de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) informó que el número de tormentas estuvo muy por encima de la media, que se ubica en 12 ciclones por temporada.
Los expertos también destacaron que el número de huracanes superó el promedio de los últimos seis años aunque el número de ciclones de gran intensidad se mantuvo por debajo de la media de tres.
«Este año, demostró que es un error pensar que sólo los grandes huracanes pueden arruinar vidas y economías de impacto local», dijo Laura Furgione, directora del Servicio Meteorológico Nacional de la NOAA en referencia a Sandy, que provocó los peores daños en Cuba y Haití con vientos máximos sostenidos de entre 110 km/h y 120 km/h como huracán categoría uno, en la escala de cinco niveles Saffir Simpson.
Sandy tocó tierra como ciclón postropical el 29 de octubre en Nueva Jersey (noreste), pero la descarga de abundantes lluvias y sus violentas ráfagas de vientos dejaron cientos de muertos en Cuba, Haití y Estados Unidos.
Las inundaciones y destrozos causados por Sandy dejaron pérdidas por 80 mil millones de dólares en la costa este estadounidense, porque aunque Nueva York y Nueva Jersey se llevaron la peor parte y fueron declaradas como «zona de desastre» por el presidente Barack Obama, la megatormenta también golpeó a Connecticut, Delaware, Maryland, Massachusetts, New Hampshire, Carolina del Norte, Pensilvania, Rhode Island y Virginia.
En agosto, el huracán Isaac, que también golpeó duramente a varias islas del Caribe, causó daños en Luisiana, especialmente en Nueva Orleans, donde las autoridades temieron la repetición de la tragedia que provocó el huracán Katrina en 2005.