Saab indicó que «la función del MP en esta nueva etapa» es para «mejorar» y «avanzar», así como para recuperar la «credibilidad de la institución», que a su juicio, se perdió en «los últimos tiempos».
Caracas, (EFE).- El nuevo fiscal general de Venezuela, Tarek Saab, dijo hoy que buscará “restablecer la paz ciudadana” y que promoverá la justicia con equidad, al tiempo que señaló que la exfiscal Luisa Ortega Díaz fue “cómplice” de la violencia en el país durante los últimos cuatro meses.
“Esta nueva función que hemos asumido con el mayor grado de responsabilidad en la búsqueda del equilibrio (…) para promover la justicia con equidad, los derechos humanos y hacer un gran esfuerzo, aportar un grano de arena para restablecer la paz ciudadana”, dijo Saab en una rueda de prensa desde el Ministerio Público (MP).
Saab indicó que “la función del MP en esta nueva etapa” es para “mejorar” y “avanzar”, así como para recuperar la “credibilidad de la institución”, que a su juicio, se perdió en “los últimos tiempos”.
En ese sentido, el fiscal manifestó que su antecesora fue “cómplice” de la violencia en el país durante los últimos cuatro meses, tiempo en el que se han desarrollado una ola de protestas contra el Gobierno del presidente Nicolás Maduro.
“Estoy convencido que esa actitud que tuvo la señora exfiscal atentaron contra la paz de la república, no me cabe la menor duda. Desde la primera declaración del 31 de marzo del presente año (cuando declaró la ruptura del orden constitucional) hasta la más reciente que dio antes de convertirse en exfiscal general”, afirmó.
Según Saab, cada declaración que ofreció la exfiscal durante ese tiempo causó “un grave daño a la institucionalidad democrática” del país y colocaron en peligro “la paz ciudadana”.
Dijo que cada vez que Ortega Díaz aparecía lo que hacía era “echarle leña al fuego”.
“Cuando el país buscaba un punto de acuerdo aparecía la señora exfiscal para prácticamente prender de sangre, de gasolina al país”, aseguró.
En Venezuela se registra desde el 1 de abril una serie de manifestaciones a favor y en contra del Gobierno, que dejan 121 muertos, situación que se agudizó desde la instalación de la Asamblea Constituyente el pasado viernes, que no es reconocida por la oposición y varios Gobiernos y organismos internacionales.
A esa crisis se sumó ayer la sublevación de unos veinte hombres vestidos de militares y portando armas largas que dejó dos muertos y ocho detenidos. EFE