Francisco Peña, receptor de las Aguilas Cibaeñas
SANTIAGO.- Tony Peña está consciente de que su hijo Francisco Peña desarrolla una carrera como receptor de las Águilas Cibaeñas bajo la sombra suya, lo que representa en ocasiones obstáculos y comparaciones.
“Sé que es una situación difícil para él, pero Francisco es un gran jugador de béisbol, se desarrolla muy bien y él sabe que puede vivir con eso o superarlo”, dijo Tony al ser abordado en el palco de prensa del estadio Cibao.
Tony destaca lo bien que recibe Francisco en la liga dominicana, donde ya se ha establecido como un buen cátcher defensivo, parte esencial para triunfar en esa posición.
“El llama muy bien los juegos, tiene buen brazo y es certero, como cátcher no tiene nada que envidiarle nada a nadie, y ahora está progresando notablemente con su bate, creo que estamos ante un jugador en constante progreso”, aseguró Tony, actual coach de la banca en los Yankees de New York.
Actualmente Francisco es el cátcher regular de las Águilas, variando la estrategia del equipo que planeó alternarlo con otro buen prospecto, Audry Pérez, de la organización de los Cardenales y quien comenzó como regular.
Una lesión de Pérez en la rodilla, lo ha sacado de circulación momentáneamente, y Francisco ha respondido con su mejor desempeño desde que entró a la liga en la temporada 2008-09.
En estos momentos el hijo pequeño de Tony Peña es la gran sorpresa ofensiva dentro de las Águilas, cuyo dirigente Félix Fermín le ha dado roles insospechados al principio de la campaña, por una mejoría notable con el madero.
Y es que Francisco se lo ha ganado. Al momento de este artículo lleva 16 hits en 55 turnos, para .291 de average, completando con dos cuadrangulares, 5 dobles, 10 carreras impulsadas, y dos bases robadas, estadísticas que superan todas sus actuaciones anteriores en la liga.
Su desempeño ha sido cuidado con intensidad por el nuevo entrenador de bateo de las Águilas, Luis Polonia, que ha visto crecer desde niño a Francisco en el camerino de las Águilas.
Él ha declarado que “si me dejan a Francisco a mí y él sigue mis consejo el mejorará mucho con el bate”… Parece que así ha sido.
“Luis me aconseja mucho, también mi padre, Polonia me ha inculcado ser paciente en el home, buscar mis pitcheos, también trabajo extra, a veces me dicen que me voy a cansar, pero yo tango una meta y es superarme”, dice Francisco.
Y más adelante y sonriendo como el muchacho que aún lleva dentro admite que “los momentos buenos hay que aprovecharlos y éste es uno de ellos”.
Tony Peña, la principal máscara que ha dado en su historia el béisbol dominicano, brilló en las grandes ligas con los Piratas, con quienes inició su carrera en 1980, Cardenales (1987), Medias Rojas (1990), Cleveland (1994), Chicago White Sox y Houston (1997), en una carrera tan meritoria que le llevó a estar, dos veces en la Serie Mundial y ganar 4 guantes de oro.
Su hijo Francisco aún no ha olfateado las mayores. El año pasado se paseó entre clase A fuerte y doble A. Con seis años como profesional en la organización de los Mets, su progreso se ha visto afectado por lesiones que ya han sido superadas.
Tony cree que “Francisco está en su despegue y no será un segundo Tony Peña, él va a ser el primer Francisco Peña entre los cátcher dominicanos”.
Padre e hijo se muestran optimistas con el futuro, Francisco cree que su desempeño en Dominicana le abrirá puertas más sólidas con los Mets.
Tony cree que el ascenso en la calidad de juego y la ofensiva de su hijo le colocará en buena posición para crecer, algo que ha afrontado siempre con mucha fuerza mental y trabajo.
Mientras tanto las Aguilas disfrutan del juego de su joven receptor, que sin dudas está haciendo su propio camino al andar.
En Números
291
Promedio
De bateo de Francisco Peña (hijo menor de Tony Peña), sin incluir el partido de anoche, fruto de 16 imparables en 55 turnos, incluyendo dos cuadrangulares, 5 dobles, 10 carreras impulsadas y dos bases robadas.
El Nacional