SONOMA, California. Los fuertes vientos avivaron los incendios forestales de California nuevamente el sábado, lo que obligó que cientos de personas más abandonaran sus viviendas y amenazó con arruinar los esfuerzos de cuadrillas que han pasado días tratando de acorralar las llamas detrás de cortafuegos.
Apenas un día después que los bomberos reportaron avances importantes, los vientos se intensificaron y llevaron las llamas a las cumbres a orillas de Sonoma, un pueblo de cerca de 11.000 habitantes. Unas 400 casas fueron evacuadas en Sonoma y en una parte de Santa Rosa que incluyó una comunidad de jubilados que fue evacuada previamente durante la semana, de acuerdo con las autoridades.
Dean Vincent Bordigioni, enólogo y propietario de Annadel Estate Winery, se despertó a las 3:00 de la mañana con las llamas ardiendo sobre la cresta junto a su propiedad.
“Todo se fue al infierno anoche”, lamentó. “(Los bomberos) tienen una buena pelea en sus manos”.
Casi una semana después el comienzo de los siniestros, la zona que contenía incendios aislados se había extendido a un área de 160 kilómetros (100 millas) de ancho. Las llamas han dejado al menos 35 muertos y han destruido cerca de 5.700 viviendas y negocios, en el incendio forestal más mortífero y destructivo en la historia de California.
El sábado, varias estructuras adicionales fueron arrasadas por el fuego en un área rural, informó Daniel Berlant, un vocero del Departamento de Bosques y Protección contra Incendios de California.
Los bomberos pasaron gran parte de la última semana cavando líneas de defensa para impedir la propagación de las llamas. El viernes trataron de fortificar el borde de Sonoma usando excavadoras y otro equipo pesado.
Pero si los vientos siguen llevando las llamas sobre esa barrera, pone en riesgo a barrios que cuentan con algunas de las viviendas más costosas de la ciudad y que se encuentran en el camino del fuego, así como una histórica plaza central construida hace siglos cuando el área se hallaba bajo la autoridad colonial de España.
La renovada fuerza de los vientos estaba “poniendo a prueba el trabajo que hemos logrado”, declaró Berlant. El mayor riesgo era que los vientos llevasen ascuas a través de las barreras de incendios y desatasen nuevas llamas.
Se esperaba que vientos de hasta 64 kph (40 mph) continuasen durante el día y hasta la noche.
El más reciente estimado era de unas 100.000 personas bajo órdenes de evacuación, en el sexto día de incendios.
Por ELLEN KNICKMEYER y TERRY CHEA