Barcelona (España).- El Gobierno español exigió hoy al Ejecutivo de Cataluña que cese en su actitud de «desobediencia», suspenda el referéndum independentista del 1 de octubre, declarado ilegal por el Tribunal Constitucional, y reconozca la «autoridad judicial» para que los cuerpos de seguridad impidan la votación.
A tres días de la consulta secesionista, representantes de ambos gobiernos se reunieron hoy en la Junta de Seguridad de Cataluña, el órgano político de coordinación policial regional, convocada unilateralmente el miércoles por el presidente catalán, Carlos Puigdemont.
En dicha reunión, el secretario de Estado español, José Antonio Nieto, advirtió a los miembros del Gobierno catalán del carácter radical de las protestas secesionistas de los últimos días, que podrían desembocar en situaciones de tensión si se hace creer a los ciudadanos que la consulta del 1 de octubre es válida.
A pesar de las advertencias del Gobierno central, el ejecutivo catalán mantiene la convocatoria del referéndum. El consejero de Interior, Joaquim Forn, subrayó la intención del Gobierno catalán de no detener la consulta e indicó que los Mossos D’Esquadra, como policía autonómica competente, priorizarán por encima de todo el mantenimiento de la «convivencia».
«Es importante el cumplimiento de la ley, de las decisiones judiciales, pero también existe un bien superior, que es la convivencia ciudadana», precisó Forn, quién garantizó que los Mossos «adecuarán» el cumplimiento de la resolución judicial al principio de proporcionalidad para evitar males mayores.
El consejero catalán reconoció que no pueden ni negar ni obviar la resolución judicial que ordena cerrar todos los locales públicos para la celebración del referéndum aunque, dejó claro, que «lo más importante es salvaguardar la convivencia».
También indicó que durante la reunión de la Junta de Seguridad los representantes catalanes expresaron su malestar por el envío a Cataluña de unos 10.000 efectivos de la Policía Nacional y la Guardia Civil, procedentes del resto de España.
Precisamente hoy, la Guardia Civil requisó 2,5 millones de papeletas, 4 millones de sobres y un centenar de urnas en una localidad próxima a Barcelona, en la segunda mayor incautación de material electoral llevada a cabo por ese cuerpo para evitar que se celebre el referéndum independentista.
La incautación se produjo en un almacén de la ciudad de Igualada, gobernada por la formación independentista PDeCAT, uno de los partidos que impulsa la consulta secesionista.
En apoyo al referéndum, miles de estudiantes de secundaria y universitarios se manifestaron hoy en diversas ciudades de Cataluña, coincidiendo con la jornada de huelga en todas las universidades de la región para respaldar lo que denominan «derecho a decidir» su ciudadanía.
En un ambiente festivo y reivindicativo exhibieron pancartas con lemas como «1-O queremos votar» o «votemos para ser libres».
Los participantes en estas concentraciones son alumnos de secundaria, bachiller y universidad, al tiempo que se abría una polémica con los estudiantes de primaria por las denuncias de algunos padres ante el supuesto uso de los niños para que participen en actos de apoyo al referéndum.