SANTIAGO. Representantes de diversas instituciones que trabajan a favor de la niñez expresaron su preocupación por el incremento de niños y adolescentes que están laboran en calles, avenidas y otros espacios públicos de esta ciudad.
Muchos de estos menores, en su mayoría de nacionalidad haitiana, limpian vidrios de vehículos y zapatos en busca de unos cuantos pesos. Mientras que otros venden flores, accesorios para teléfonos y comercializan dulces.
A estos niños y adolescentes se les ubica diariamente debajo de los semáforos de la intercesión que forman las avenidas 27 de Febrero y la Salvador Estrella Sadhalá, en las proximidades del edificio de oficinas gubernamentales de aquí, así como en el centro histórico, parques y otros espacios públicos.
A juicio del pastor evangélico Pablo Ureña, quien es director del centro educativo Niños por una Esperanza, los menores que trabajan en las calles, en su mayoría, optan por salir a “buscársela”, porque cada vez son menos los espacios de esparcimiento que hay en los sectores populosos de esta ciudad.
Citó como ejemplo que desde el Gobierno Central se han dado a la tarea de construir escuelas en los terrenos donde estaban ubicados los estadios de béisbol.
“Ese es uno de los factores que influye para que esos muchachos salgan a las calles a realizar algún tipo de actividad económica”, sostuvo el religioso.
A su juicio, en los próximos días cuando culmine el año escolar aumentará de manera significativa la cantidad de menores que realiza algún tipo de oficio en las calles dado a que la situación económica está dura y sus padres no pueden mantenerlos económicamente.
En tanto que Mercedes Pérez, directora educativa de Acción Callejera, externó la necesidad de que esos muchachos que realizan actividades laborales condición de riesgo en los espacios públicos sean integrados a programas recreativos y deportivos en sus tiempos libres.
Según dijo, a partir de las 4:00 de la tarde, cuando son despachados de las escuelas, es que más se observan los infantes realizando actividades laborales.
En ese sentido se expresó el coordinador ejecutivo de Acción Callejera, Alderson Ureña, quien indicó que los niños necesitan espacios para jugar, realizar manualidades, así como compartir con otros chicuelos para poder formarse.
“Cuando tú lo pones a trabajar lo que hace es robarle su infancia”, puntualizó Alderson Ureña.
De acuerdo a lo denunciado por choferes del transporte público, no es raro el día y el momento en que estos menores limpia vidrios se enfrascan a pelear en plena calle por disputarse la cantidad de vehículos a los que pretenden lavar sus cristales.
diariolibre.com